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Columna
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El lío del sistema bancario español

Los inversores en bancos españoles acaban de tener un doloroso recordatorio del desastre inmobiliario. Solo unos meses después de que Banca Cívica saliera a Bolsa, CaixaBank ha comprado la entidad a través de un acuerdo de canje de acciones valorado en un 11% de descuento sobre el valor de mercado. Pero sin apoyo del Estado, el acuerdo tiene sus riesgos.

Banca Cívica estaba en un aprieto después de que el Gobierno elevara los requisitos de riesgos inmobiliarios. Para CaixaBank, la lógica del acuerdo es menos clara. La entidad resultante se convertirá en la mayor por activos, con posiciones de liderazgo en las ricas regiones de Cataluña y Navarra, y la poblada Andalucía. Sobre el papel, el acuerdo tiene sentido financiero, dando a CaixaBank una buena excusa para reestructurar su hinchada red de sucursales y mejorar la eficiencia de Cívica. Dice que la operación generará 540 millones de euros en sinergias anuales, que tienen un valor actual neto de 1.800 millones de euros, casi el doble de los 977 millones en que el acuerdo valora las acciones de Cívica. CaixaBank estima que su beneficio por acción crecerá en más de un 20% en 2014.

El acuerdo no estirará demasiado el balance de CaixaBank. Está comprando Cívica por un tercio de sus 2.900 millones de valor contable y llevará a cabo un saneamiento de 3.400 millones. Después de tener en cuenta varios ajustes, el impacto para el capital de CaixaBank será de 167 puntos básicos. Ello no le debería impedir alcanzar el 9% de exigencia de capital que los reguladores requieren para el verano.

El principal riesgo sigue siendo el ladrillo. Banca Cívica no trae una ayuda del Gobierno en forma de esquema de protección de activos. La cobertura en un 62% de los activos inmobiliarios problemáticos de Cívica puede no ser suficiente si sigue empeorando la economía. Sin embargo, estos riesgos parecen pequeños para CaixaBank en comparación con los que podrían haber sido con Bankia, que también está luchando para cumplir con los nuevos requisitos. Después de esta compra, CaixaBank tendrá el plato lleno.

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