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Tribuna
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Lo que deparará 2012 al 'trading' de alta frecuencia

No cabe ninguna duda de que 2011 ha sido el año del trading de alta frecuencia (HFT), la práctica de usar ordenadores para analizar información del mercado (como precios de acciones) en tiempo real e implementar operativas propias en cuestión de milisegundos. El HFT es ahora un método de operación establecido consolidado en el mercado que ha tenido dos efectos principales. En primer lugar, el volumen de transacciones es mayor que nunca. Y segundo, el aumento del volumen de operaciones ha supuesto un salto cuantitativo en el volumen de datos intercambiados entre los parqués, lo que ha incrementado los recursos de redes y almacenamiento necesarios para hacer circular la información. Esto, a su vez, ha conducido a la difusión de la práctica de ubicar servidores en las proximidades del data centre del mercado de valores, dado que es el método más eficaz para limitar la latencia y permitir que los operadores coloquen órdenes más rápido que la competencia.

Pese al incremento experimentado por HFT este año, sigue existiendo mucha confusión acerca de las ventajas, los peligros y los riesgos que implica su práctica.

Los analistas han tendido a especular sobre los aspectos más negativos de HFT, centrando sus comentarios en problemas como las ventas agresivas por parte de algunos operadores interesados en eliminar sus posiciones y eludir cualquier incertidumbre potencial en el mercado. Sin embargo, el HFT ha aportado muchas ventajas a los mercados, como la reducción del coste de las transacciones y la aceleración del acceso a los precios. El crecimiento previsible del HFT se fundamenta en la búsqueda de mayor liquidez en el mercado, donde un activo, como una acción, por ejemplo, puede venderse sin afectar al precio o valor original. Para lograr la liquidez, los traders necesitan poder acceder a los precios con mayor rapidez, para adelantarse a sus competidores. La demanda de mayor velocidad en los precios creció significativamente durante 2011, a medida que los diferentes mercados de valores fueron introduciendo nuevas plataformas de operaciones de latencia ultrabaja. Con ello han abierto sus puertos de datos a un flujo creciente de operaciones de las firmas de trading de alta frecuencia. Los enlaces de comunicaciones de fibra óptica de baja latencia han pasado de 100 megabits a un gigabit ethernet (GbE). En la actualidad, la vertiginosa velocidad de 10 GbE se está convirtiendo en la norma.

En el futuro, esperamos ver cada vez más clases de activos, como la energía y las materias primas, contagiarse de la fiebre de las operaciones de alta velocidad. Si bien tradicionalmente los traders de alta frecuencia han explotado los mercados de derivados cotizados, en la actualidad estamos asistiendo a la emergencia de modelos de HFT en los mercados de divisas. Pero es que el trading de alta frecuencia también está empezando a extenderse en el mercado de las materias primas, en particular los metales.

Durante 2012 la cuestión de la regulación debe resolverse, ahora la pregunta es: ¿cómo se puede garantizar la seguridad de los mercados cuando la complejidad y la velocidad de las operaciones no dejan de aumentar? Existen numerosas teorías. Algunos se decantan por introducir disyuntores, instaurar límites que reduzcan la volatilidad de los mercados y las ventas motivadas por el pánico desencadenadas por los ordenadores programados para las transacciones. Sin embargo, hacer un excesivo hincapié en los peligros puede suponer una cortapisa para los beneficios del trading de alta velocidad.

Con la Regulación de Mercados de Instrumentos Financieros (MiFIR) y la Regulación de la Infraestructura del Mercado Europeo (EMIR) aumentará el número de mercados de valores que necesitarán mejorar las operaciones y las conexiones de datos con nuevos mercados.

La nueva normativa MiFIR de Bruselas pretende obligar a los OTC que operan con derivados como la permuta de riesgo de crédito (CDS) a que utilicen nuevas "instalaciones de tipo bursátil", algo que hace tiempo que se viene reclamando. Hasta hace poco, obtener informes de OTC era prácticamente imposible, porque las transacciones podían hacerse en privado, sin que la actividad se reflejase en ninguna Bolsa. La nueva reglamentación supone la creación de nuevas Bolsas de liquidez. Con estas nuevas Bolsas disponibles, es solo cuestión de tiempo que el trading de alta velocidad entre en escena, exigiendo la conectividad entre ellas.

En resumen: cuanto más altos sean los niveles de regulación, más se reducirán los beneficios de HFT. Es fundamental que la entrada en vigor de nuevas leyes, como MiFIR, no suponga la pérdida de las ventajas de HFT que hemos descrito, en especial ahora que la práctica empieza a implantarse entre nuevas clases de activos, como la energía. Tanto reguladores como instituciones financieras deberán esforzarse por lograr un enfoque equilibrado que aporte una regulación más inteligente y mayor conectividad en 2012.

Ignacio Royo. 'Client director- finance markets' de Colt Enterprise Services

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