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Christophe Donay. Estratega jefe de Pictet Wealth Management

"Las medidas de austeridad son una estupidez"

Este experto advierte que si se recorta el gasto público, no se resolverá el problema del crecimiento. La solución está en la unión fiscal y en los eurobonos.

"Las medidas de austeridad son una estupidez"
"Las medidas de austeridad son una estupidez"

La solución puesta en marcha por los líderes políticos a la crisis de deuda soberana que atenaza a la zona euro apuesta con fuerza por la austeridad, aunque con el riesgo cada vez más evidente de condenar a las economías europeas a la recesión. ¿Es un acierto? "Es una estupidez, la mayor estupidez que se puede cometer". Así de categórico es el estratega jefe de Pictet Wealth Management, Christophe Donay, que, de visita en Madrid, analiza la actualidad para Cinco Días.

¿Ve alguna posibilidad de que la situación de la eurozona mejore este año?

Hay que tener en cuenta lo que yo llamo la gran divergencia. Desde hace años, los Estados han ido acumulando más deuda y menos crecimiento. A partir de 2008, se ha entrado en un territorio de insolvencia. El límite son los criterios de Maastricht: 60% de deuda pública y 3% de déficit público. No es solo Grecia quien está en territorio de insolvencia; es Portugal; es España, y es también Francia. Hay dos formas de solucionar esto: o estimulando el crecimiento o reduciendo la curva de la deuda, que es lo que pretenden las medidas de austeridad de Europa. Para mí, las medidas de austeridad son una estupidez. Es la mayor estupidez que se puede cometer. Si se recorta el gasto público, se reduce el crecimiento y la divergencia entre crecimiento y deuda continuará. La otra forma de afrontar el problema es estimular el crecimiento.

¿Y eso cómo se logra?

La única forma es una unión fiscal. Por unión fiscal yo entiendo un presupuesto único, financiado con eurobonos y dedicado a impulsar el crecimiento. Reconozco que en este momento es una utopía. En la UE hay un área monetaria incompleta con un banco central separado de los Gobiernos, que no son uno, sino 17 muy diferentes. Esto genera un problema institucional porque no se puede depreciar lo suficiente el euro para mejorar la competitividad de Grecia, España o Italia. Es preciso una unión monetaria completa.

Pero eso no va a suceder a corto plazo, ¿qué alternativa hay entonces?

Lo que vamos a tener es un BCE emprendiendo una forma de relajación cuantitativa. El BCE inyectó 500.000 millones en diciembre pasado y ahora esperamos una nueva ronda de liquidez a finales de febrero y puede que alguna adicional.

¿Cuál sería la suma total de liquidez que inyectará el BCE?

Nuestra previsión es que sea de 1,5 billones de euros en total. Este año hay que refinanciar 1,8 billones de euros en la eurozona, por vencimientos de deuda pública y por los déficit presupuestarios. El BCE se va a ver obligado a inyectar mucho dinero. Esto no resuelve ningún problema fundamental, pero compra tiempo y despeja el riesgo sistémico. Este dinero servirá para que los bancos financien los déficits públicos comprando bonos. En EE UU, esto lo hace la Fed comprando directamente. En la eurozona, el BCE también lo hará. Nuestra previsión es que lo haga en 2012.

¿No cree que Alemania se opondrá a eso?

No hay otra alternativa. El coste de la implosión de la eurozona sería desastroso para Alemania. El volumen de las exportaciones supera el 30% del PIB y el 60% tienen como destino la eurozona... la actual eurozona. Los Gobiernos del área monetaria han mostrado una determinación clara para salvar el euro. Claro que eso no ha sido suficiente para aceptar cualquier cosa... hasta el momento. Pero si se quiere salvar la situación, no hay otra elección. Por eso el BCE prestó en diciembre 500.000 millones en liquidez a largo plazo para la banca, a pesar de la oposición de Alemania. El proceso para resolver la crisis financiera será largo y doloroso, con discusiones, decisiones acertadas y erradas... Será un juego de esperanzas y desencantos.

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