Portugal. El Gobierno endurece las condiciones para hacer frente al agujero presupuestario
La aprobación del plan de ajuste para garantizar la recepción de la ayuda de la UE y el FMI costó el puesto al ex primer ministro José Sócrates. La negativa del parlamento luso de dar salida a un programa con el que se pretendía ahorrar 80.000 millones de euros llevó al dirigente socialista a dimitir. Después de que Pedro Passos Coelho ganase las elecciones tuvo que hacerse cargo de la situación para cumplir con las exigencias marcadas por Europa. Para conseguirlo apostó por una reducción de las prestaciones por desempleo que afectaba tanto a la cuantía como al tiempo, recortes en el sueldo de los funcionarios y en el número de empleados del sector público así como la privatización de empresas como las eléctricas EDP y REN, a petición de la troika.
Sin embargo, los dos recortes sociales efectuados por Sócrates más el plan de ajuste de Coelho no resultaron ser suficientes. El pasado noviembre el agujero presupuestario de 3.000 millones provocó un endurecimiento del programa. Entre las nuevas medidas anunciadas se encuentran la eliminación de la paga extra de los funcionarios que se suma al recorte del 5% salarial y el incremento de la jornada laboral en el sector privado. El Ejecutivo calificó la situación de "emergencia nacional" y prueba de ello es la contracción del 3% prevista por la Comisión para 2012.