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Elecciones 20-N

El reto de crear empleo sin el maná de las subvenciones

Los partidos apuntan a un gran pacto de Estado con rebajas de cuotas a emprendedores

En estos momentos alguien en España no lo sabe, pero es casi con toda seguridad el parado cinco millones. Este temible dato se desprende de las últimas cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) conocidas el viernes pasado, que hacían una completa y dramática radiografía del mercado laboral que está en el quicio de contabilizar la denostada cifra de 5.000.0000 de desempleados.

Los datos hablan por sí solos. Ni en sus peores pesadillas el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y su equipo -que llegaron al poder en marzo de 2008 con la economía española a punto de estallar, al igual que el resto de economías avanzadas- pensaban que iban a ser los gestores de tamaña debacle económica y social.

Porque, además, en España los efectos de la crisis han sido mucho más devastadores que en el resto de los países afectados por la recesión. Y todo por sus consecuencias en términos de destrucción de empleo. España ha pasado de tener 20,41 millones de ocupados en junio de 2008 a 18,15 millones en la actualidad. Esto supone haber destruido exactamente 2,26 millones de puestos de trabajo en solo tres años. En este tiempo la tasa de paro se ha duplicado, del 10,4% (y con promesas de llegar al pleno empleo) al 21,5%. O en otras palabras, al inicio de la legislatura solo uno de cada diez residentes en España estaba desempleado y hoy en día, uno de cada cinco no tiene trabajo.

Hoy hay un millón de familias más con todos sus miembros en paro que cuando empezó la presente legislatura

La citada radiografía del caso español pone de manifiesto otros datos muy ilustrativos de este drama nacional: el número de hogares con todos los miembros en paro asciende hoy a 1,425.200 frente a las 553.900 familias que estaban en esa situación hace tres años. Esto es, en casi un millón de hogares más todos sus integrantes están desempleados.

Además, a medida que pasa el tiempo y ni las medidas tomadas por el Gobierno y los agentes sociales, ni el entorno internacional ayudan a crear empleo, el problema se va cronificando y ya hay más de dos millones de parados de larga duración que perdieron su empleo hace más de un año. Estas personas van agotando sus prestaciones por desempleo y demás subsidios -cuyo gasto supone una grave sangría para las arcas públicas al superar los 30.000 millones de euros anuales-, lo que está transformando un drama económico en un drama social, que además lastra profundamente el consumo.

Pero ¿por qué España ha destruido el doble de empleo que otros países con parecidos recortes del PIB? Los expertos apuntan a dos circunstancias estructurales. Por un lado, aparece el pinchazo de la burbuja inmobiliaria como detonante principal de la masiva destrucción de empleo en España. Este sector estaba absolutamente sobredimensionado y desde 2008 ha perdido nada menos que la mitad de sus ocupados (1,2 millones de puestos destruidos). Y hay consenso general en que aún no ha terminado este ajuste. Casi todos los partidos coinciden en aumentar los recursos para la formación y la reubicación de estos trabajadores en otros sectores de mayor valor añadido como las energías renovables o la investigación.

En un segundo término, apuntan a una configuración del mercado laboral español con una presencia excesiva del empleo temporal, debido al elevado peso del sector servicios en la economía nacional. Esto, unido a una supuesta regulación laboral que no fomenta la flexibilidad interna en las empresas, ha propiciado que los empresarios recurran a los contratos temporales muy por encima de la media europea. Así antes de la crisis casi uno de cada tres asalariados era temporal. Pero con la recesión muchos de estos contratos no se han renovado: desde 2008 han desaparecido un millón de empleos eventuales. Desde el PP se propone eliminar la dualidad de costes entre el empleo temporal y el fijo y los socialistas que las empresas paguen más cuotas en función del uso de más o menos contratos eventuales.

Y ante este panorama ¿qué han hecho los poderes públicos para frenar esta sangría? Las pocas o muchas medidas adoptadas, según a quien se pregunte, han tenido nulos efectos positivos. De hecho, otra de las consecuencias de la crisis ha sido el gran fracaso del diálogo social español, tan ensalzado en Europa. Patronal y sindicatos no han llegado a ningún acuerdo en esta legislatura.

El nuevo Gobierno tiene el reto de dar con la clave de la creación de empleo sin poder recurrir alegremente a las subvenciones debido a los fuertes ajustes presupuestarios exigidos por Bruselas. Solo tendrán en su mano posibles cambios normativos y recetas para reanimar la actividad económica.

Propuestas

Partido Socialista Impulsar un gran pacto por el empleo entre partidos, comunidades, sindicatos y empresarios.Creación de un fondo para el empleo, adicional a las políticas activas, para estimular la ocupación. Se nutrirá con impuestos y aportaciones de las grandes empresas que hagan un ERE.Fijar un sistema bonus-malus en las cotizaciones para favorecer la contratación indefinida.Impulsar acuerdos entre patronal y sindicatos para ordenar los convenios, modernizar sus contenidos y solucionar sus conflictos.Incentivar el empleo a tiempo parcial y el reparto de trabajo en convenio.Ley de participación institucional de sindicatos y patronales.Reforzar la Inspección de Trabajo para aflorar más empleo sumergido.Planes específicos para jóvenes y sectores competitivos y tradicionales.Fomentar la creación de 350.000 empresas al año, incluidos autónomos.Partido Popular Reforma integral del mercado de trabajo: simplificar contratos para eliminar la dualidad entre temporales y fijos; reordenar las relaciones laborales; promover la flexibilidad interna.Creación de un fondo de capitalización individualizado para la prestación por desempleo que favorezca la movilidad y la formación.Reforma para que prime el convenio de empresa y cada materia se negocie en el ámbito territorial o sectorial más competitivo.Permitir la cotización por tiempo real de autónomos que ya coticen a tiempo completo en el Régimen General.Bono de formación y mayor control de eficacia de políticas activas.Reforzar la conciliación familiar, la vuelta al empleo y el teletrabajo.Apoyo fiscal de 3.000 euros por la contratación del primer trabajador no socio de una empresa de nueva creación y bonificación de cotizaciones sociales a los autónomos por su primera contratación.CiU Plan de choque contra el paro que incluya bonificaciones de hasta el 100% de las cotizaciones por cada nueva contratación de un parado, y subvención de 5.000 euros por cada nuevo contrato fijo.Exención en el IRPF y el impuesto de sociedades a los nuevos autónomos que facturen hasta 30.000 euros, con un límite de dos años.Los autónomos podrán pagar el IVA cuando cobren la factura y no cuando la emitan.PNVGran pacto por el empleo estable que vincule más los salarios a la competitividad.Marco autónomo de relaciones laborales para el País Vasco.Modernizar las políticas activas de empleo; un plan juvenil, con "becas formativas", e incentivar a los autónomos mejorando su protección.Duplicar hasta los cuatro años el cobro de la prestación por desempleo.Simplificar el número de contratos e incentivar el empleo a tiempo parcial.IU Derogación de la reforma laboral.Reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales.Reducción progresiva de la edad de jubilación a los 60 años.Racionalización de los horarios y limitación de horas extras.Elevación del salario mínimo a 1.100 euros al mes y fijar un salario máximo.Eliminación de la figura del becario.Suprimir las ETT.Recuperar la primacía de la negociación colectiva.UPyDReforma laboral que elimine los contratos temporales.Indemnización por despido progresiva según la antigüedad, y mantener la indemnización acumulada al cambiar de empleo.Incentivar el tiempo parcial.Fomentar el teletrabajo.Más recursos a los servicios públicos de empleo y evitar su territorialización.Más control del absentismoFinanciación propia de patronal y sindicatos.

Lo hecho en la legislatura. Tres reformas y una huelga

Zapatero siempre ha apelado al diálogo social para reformar el mercado laboral. Pero ha sido imposible. Ante la falta de acuerdo entre patronal y sindicatos, en junio de 2010 el Ejecutivo aprobó un decreto que amplió el uso del despido objetivo, con el despido a 20 días (el más barato de los fijos), lo que le costó una huelga general el 29 de septiembre. Tampoco hubo consenso para reformar la negociación colectiva y este verano llegó un decreto que da más poder al convenio de empresa y facilita el cambio de condiciones de trabajo. Solo en julio hubo acuerdo para reformar las pensiones y retrasar a 67 años la edad de jubilación.

El empleo público, a debate. El ajuste que aún está pendiente

En los primeros momentos de la crisis, el Gobierno reaccionó creando sendos fondos en 2009 y 2010 con 13.000 millones de euros para financiar la creación de empleo en ayuntamientos. Esto creó poco más de medio millón de puestos de trabajo, cuya duración fue efímera y terminó a medida que finalizaron las obras. En 2011, los poderes públicos reman al lado contrario y comunidades y ayuntamientos recortan empleo para cuadrar sus cuentas. Sin embargo, el saldo final de la legislatura es que el sector público ha creado 230.00 empleos, hasta sumar 3,2 millones de ocupados. Ajustar este sector será labor del nuevo Ejecutivo.

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Federico Durán

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