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Bernabé Unda. Consejero de Industria, Comercio y Turismo

"Nuestro modelo industrial sirve para el resto de España"

El responsable de la política industrial del Ejecutivo de Euskadi está convencido de que el modelo vasco, cuyo punto fuerte es la industria, debería replicarse en el resto de España porque fomenta el empleo

Bernabé Unda (Bilbao, 1956) se apoya en el discurso que pronunciará en Bruselas el lehendakari Patxi López el próximo 11 de octubre en el Comité de las Regiones, para asegurar "que Europa necesita a la industria más que nunca y la industria necesita a Europa". Añade que el País Vasco representa el 4,5% de la población española, pero, sin embargo, supone el 10,5% de la industria nacional. Sentencia que el modelo de Euskadi apuntala la innovación y el empleo.

Usted ha recalcado en varias ocasiones la importancia de la industria. ¿Por qué le otorga tanto protagonismo?

Creo que nuestros puntos fuertes están asociados a la industria y nuestro modelo es industrial. El ejemplo está en países como Alemania, Francia o el norte de Italia, que están capeando el temporal. Uno de cada cuatro empleos en el sector privado de la Unión Europea se encuentra en la industria manufacturera, y al menos dos de cada cuatro puestos de trabajo están relacionados con los servicios vinculados que dependen de la industria, como proveedores o clientes.

¿Se ha recuperado la industria vasca?

El último indicador que tenemos nos certifica que la economía está creciendo pero muy poco. Sin embargo, la industria, cuya evolución es de dientes de sierra, ha experimentado un incremento del 3,3%.

¿Cómo ha evolucionado este sector?

La clave para resistir es la competitividad y la innovación, que te pueden permitir salir al exterior, tanto en ventas como en implantaciones industriales. En el pasado, la demanda de nuestros productos manufacturados procedía del resto de España en un tercio; otro tercio, del propio País Vasco y otro 33%, del exterior. Ahora estos porcentajes han variado considerablemente y la internacionalización de las empresas es absolutamente necesaria.

Defiende la internacionalización, ¿pero a qué países hay que ir?

Parece claro que se debe dirigir a los países que están creciendo, como ocurre en Brasil, India, China o Rusia. Está muy bien exportar a Alemania o a Francia, que son nuestros principales clientes, pero hay que diversificar más los mercados.

Salir al exterior no es una tarea sencilla. ¿Existe suficiente apoyo público?

Dentro del Plan de Competitividad que aprobó el Gobierno vasco en mayo, se adjudicó a la economía abierta uno de los ejes. Hay que salir al exterior a vender, pero también a instalarse, porque si no estás en los países donde tienes que competir, no vas a conseguir ganar.

¿Siguen, a la vez, intentando atraer inversiones a Euskadi?

Es necesario atraer talento e inversiones al País Vasco. Para eso hemos puesto en marcha una estrategia novedosa en este campo. La promoción turística que estamos realizando en varios países asocia la imagen del País Vasco a la calidad, al saber hacer, al de una sociedad que merece ser conocida. Esta política ayuda mucho a los empresarios.

¿En qué medida les ayuda?

Cuando se sale a vender no puedes estar la mitad del tiempo explicando de dónde vienes. Y nosotros se lo estamos poniendo fácil, porque ahora entran en un auditorio y los que están presentes ya conocen lo que es Euskadi, lo cual les permite vender su producto, su negocio. Ya saben que tenemos el Guggenheim o el grupo Mondragón, un holding que fue de los primeros en ser consciente de la necesidad de la internacionalización. También les mostramos en estas campañas que en nuestro país se asientan sociedades como Iberdrola, Gamesa o el grupo Ormazábal, por citar solo tres. También les explicamos que contamos con pymes que son líderes en el mundo en su producto.

¿Cree que el País Vasco tiene una posición privilegiada?

Creo que nuestro modelo es el que el resto de España debería implantar para mejorar su situación. Está en unos niveles del PIB industrial a la mitad. Si el nuestro es del orden del 27%, en el resto del Estado apenas llega al 14%. No es algo reciente. En los últimos 15 años ha ido descendiendo año tras año.

¿En qué debe mejorar la industria vasca para dar el gran salto?

Se debe seguir apostando por la innovación, pero también hay que incidir en el marketing y el diseño. Las empresas tienen que mejorar la capacidad para absorber la innovación. Las grandes empresas tienen unos recursos humanos muy cualificados, pero las pequeñas necesitan contar con más personas con un alto grado de preparación (doctores, tecnólogos, etc.) para poder implantar las novedades desarrolladas. La alianza de los centros tecnológicos vascos ha contribuido a mejorar un panorama que todavía tiene un largo recorrido.

¿Qué programas del Gobierno vasco destacaría por su contribución a mejorar el tejido industrial?

Si tuviera que resaltar alguno, hablaría del Etorgai, en el que se trabaja en colaboración. Es un programa en el que tienen que venir de la mano colaborando dos o más empresas con un centro tecnológico y/o una universidad. En sí mismo, el hecho de que realicen un esquema con algo orientado a un mercado concreto tiene la ventaja de la cooperación y la puesta en común. Hemos crecido en el nivel de proyectos. El año pasado el grado de calidad fue alto, pero este ejercicio es todavía mayor. Creemos que es fruto de esa cooperación.

¿Qué otros programas tienen un efecto dinamizador?

Hemos depositado muchas esperanzas en el Intercluster. Lo que pretendemos es que estas 11 asociaciones que hay en el País Vasco, como la máquina-herramienta, la aeronáutica o la energía, por citar algunas, colaboren entre ellas. Los sectores, en la medida que trabajen conjuntamente, obtendrán ventajas cuantitativas.

¿Es importante la apuesta por la excelencia?

Somos muy conscientes de su importancia. El número de certificados EFQM otorgados por la Fundación Europea de la Calidad a España es de 29. Pues de esa cantidad, 22 han sido concedidos a empresas vascas, tanto del sector servicios como de la industria o de la enseñanza. La cultura de la calidad está muy arraigada en Euskadi, en el País Vasco, y este asentamiento, precisamente, comenzó en la industria.

Hay programas, hay apoyos, hay calidad, pero también empresas con problemas, como La Naval de Sestao, por ejemplo...

El problema no es de La Naval, sino del conjunto del sector en España. Es necesario resolver cuanto antes el expediente abierto a España por la Comisión Europea por la estructura financiera aplicada hasta ahora a la construcción naval. El tiempo es clave. Hay astilleros que no pueden cerrar contratos por culpa de esta situación.

Empresa y sindicatos han estado negociando con el objetivo de que Mercedes fabrique la nueva furgoneta en Vitoria, lo que supondría una inversión, directa e indirecta, cercana a los 600 millones de euros, y solo falta el referéndum de la plantilla.

Creo que no habrá problemas. Mercedes es una firma fundamental para nuestro tejido industrial. Su cadena de suministradores de automoción, un sector con un gran peso específico en la economía vasca, es muy importante.

La energía sostenible gana adeptos en la sociedad. ¿Están promocionando esta estrategia?

Tenemos el proyecto EcoEuskadi, que es un programa interdepartamental que aborda la sostenibilidad desde todos los puntos de vista y no solo desde el energético, medioambiental y económico. En el campo energético estamos a punto de aprobar la estrategia Euskadi 20-20-20, que da un importante peso a las energías renovables y limpias (biomasa, energía de las olas, etc.).

¿Cómo articularán esta política?

Hemos convertido a la electricidad en el hilo conductor, porque nuestra sociedad es muy industrial y hay en este sector empresas tractoras, como Iberdrola. Apostamos también por la eficiencia, las redes inteligentes y el vehículo eléctrico.

Una gran caja vasca para apoyar a la empresa

Bernabé Unda no tiene dudas de la importancia que puede suponer para la economía y la industria el alumbramiento de una gran caja vasca, una operación sellada hace escasos días e instrumentada a través de Kutxabank. La integración "significa capacidad, mayor potencia y tamaño y utilizar recursos para financiar proyectos empresariales. La fusión es absolutamente positiva", sentencia el consejero de Industria. Añade que las cajas, con su actual formato, "ya están haciendo el esfuerzo" de financiación.Cita el programa Ekarpen, que apoya proyectos de inversión de entre 15 y 25 millones, para afirmar que "el alineamiento de la política industrial, los planes empresariales y las tres cajas ha sido y es muy bueno, y así seguirá".

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