Bruselas admite la posibilidad de fortalecer el fondo para el rescate del euro
El comisario europeo de Asuntos Monetarios, Olli Rehn, admitió hoy que se está reflexionando sobre la posibilidad de fortalecer el fondo europeo para el rescate del euro.
En unas declaraciones que publica la edición digital del diario Die Welt, Rehn afirma que "Reflexionamos sobre la posibilidad de dar al Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) atribuciones suplementarias para concederle más fortaleza".
Olli Rehen, que no entró en detalles, destacó que esa medida complementaría la ampliación del paraguas de rescate decidida el pasado julio.
El comisario advirtió también contra una nueva crisis bancaria en el Viejo Continente y subrayó la necesidad de intensificar la recapitalización de las entidades financieras.
"Sería muy difícil evitar contagios. La riqueza de Alemania se basa en un euro estable y socios estables", subraya Rehn, quien confirma que los países del euro trabajan en nuevas modificaciones del Fondo Europeo para la Estabilización Financiera.
"La crisis actual es una grave combinación de una crisis por la deuda estatal y las debilidades del sistema bancario. No se puede resolver lo uno sin lo otro. Debemos resolver ambas cosas", afirma Rehn.
En cuanto a la necesidad urgente de recapitalizar los bancos, Rehn se muestra convencido de que se llegará a un acuerdo en breve en el seno de la UE y comenta "estar seguro de que los ministros de Finanzas abordarán el tema en su cita dentro de una semana".
Tras recordar que los países del euro han tomado medidas para proteger a sus bancos mas débiles ante la crisis, destaca que, sin embargo, "ha quedado claro que hay que hacer más".
"Debemos ampliar los trabajos de reparación en el área financiera mediante una más fuerte recapitalización de los bancos para reducir los riesgos de un atasco del crédito y con ello un mayor enturbiamiento de la coyuntura como se está mostrando en Europa y EE UU", agrega el eurocomisario.
En cuanto al caso heleno, comenta que "Grecia no tiene que caer y no va a caer en la insolvencia. Aunque ahora ha llegado el momento de la verdad para el país y se trata de la última oportunidad para evitar el colapso de la economía griega".
Asimismo señala que "una insolvencia desordenada provocaría daños económicos y sociales muy dolorosos" y tendría graves consecuencias políticas y económicas para Europa.