La austeridad no es para siempre
La sabiduría convencional establece que el mejor momento para que un país reestructure su deuda es tras haber alcanzado un equilibrio presupuestario primario que le permita cubrir sus propios gastos. Para Grecia, eso significaría hacerlo a mediados de 2012 como pronto. Pero las cosas podrían precipitarse antes.
Grecia está aún fuera de pista con la reducción de su déficit y con los objetivos de reforma estructural, y la paciencia de Alemania -principal prestamista de la eurozona- se agota. Un default en Atenas ya no es un tabú en Berlín. La primera oportunidad para una quiebra habría sido el plazo del sexto tramo de los préstamos de rescate, de 8.000 millones de euros, para finales de septiembre, cuestionados por el fracaso de Grecia para cumplir con las metas fiscales y estructurales. Sin el préstamo, Grecia podría aplazar el default, pero, con los 5.000 de euros de obligaciones con vencimiento en diciembre, necesitaría reestructurar a finales de año. Pero la promesa en el último minuto del Gobierno griego de un impuesto de 2.000 millones sobre la propiedad habría dado pie para aprobar el préstamo de septiembre.
La situación cambia en el cuarto trimestre del año. Para entonces, los parlamentos de la eurozona habrán aprobado los cambios en el Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera. Su capacidad para recapitalizar los bancos y comprar deuda soberana podría calmar los temores de contagio a otros miembros del euro con problemas. Eso podría allanar el camino para una adecuada reestructuración.
El desencadenante más probable para esa decisión sería que Grecia sucumbiera a la fatiga de la austeridad. Incluso después del canje de la deuda del sector privado, Grecia seguirá con una deuda equivalente a alrededor del 143% del PIB, mientras que el objetivo de crecimiento actual del 0,6% parece demasiado optimista. El punto de inflexión podría ser una importante crisis política o social u otro informe de la eurozona en diciembre o marzo que muestre que Grecia no ha cumplido, de nuevo, con sus objetivos. Parece plausible una reestructuración en 2011, mientras que una en el primer semestre de 2012 es probable.
Por Neil Unmack