_
_
_
_
El debate de la reforma constitucional
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Gastar con cabeza

El gasto público de las ciudades continúa en el punto de mira del debate mediático y social. El preocupante endeudamiento de las Administraciones públicas hace necesario considerar reducir el gasto excesivo de recursos humanos, materiales y energéticos para conseguir una gestión más efectiva. Aumentar y fomentar el uso de transporte público, reducir el consumo doméstico de agua, usar energías limpias son medidas importantes en aras de un desarrollo sostenible. Otra iniciativa que mejoraría nuestras ciudades es la aplicación del facility management a los núcleos urbanos. Si se ha demostrado a lo largo de décadas que mejora la gestión de las empresas, ¿por qué no aplicarlo a las ciudades? Esta actividad asume la gestión de todas las funciones que no están directamente relacionadas con el negocio principal de una compañía y engloba servicios como vigilancia, limpieza, mantenimiento, recepción…

Las cifras avalan que el facility management funciona: esta disciplina es la que más ha crecido en Europa en los últimos veinte años. Su uso está experimentando un crecimiento exponencial en España, donde todavía las empresas que externalizan una función o servicio son el 32% frente a países de nuestro entorno, como Reino Unido o Alemania, donde este porcentaje alcanza el 90 y el 70%, respectivamente. Si las empresas consiguen con esta externalización un ahorro de costes que llega al 15%, ¿por qué no aplicar un modelo que funciona (y bien) a nuestras ciudades? Las Administraciones públicas españolas tienen una necesidad clara de proveerse de servicios de mantenimiento y gestión para optimizar los recursos económicos en un momento en que la contención del gasto es crítica.

El facility management también genera una cantidad nada desdeñable de puestos de trabajo en un sector empresarial que va a experimentar un crecimiento exponencial sostenido en los próximos años. Otro tema contemplar en los programas electorales es la mejora de la formación profesional (FP) o creación de centros de formación de alto nivel que repartan talento y creen valor para la ciudadanía. El sistema alemán de formación profesional es un modelo a seguir. Desde un enfoque práctico, en el que el 65% del tiempo de formación se realiza en empresas -frente al 25% de la FP española- el sistema permite crear un tejido industrial, dando un paso más en la consecución de un modelo de crecimiento sostenible y sostenido para el país.

El facility management funciona, y todavía no existe en nuestro país ningún centro de formación específico para los miles de profesionales que demanda esta actividad.

Jaime Pire. Director general de HSG Zander

Archivado En

_
_