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Mortimer deja la presidencia tras cerrar el año en rojo

ACS tiene vía libre para nombrar una cúpula afín en Leighton

ACS va a poder colocar una figura de su confianza al frente de la constructora australiana Leighton, controlada a través de la germana Hochtief. Su presidente, David Mortimer, dimitió ayer tras cerrar con pérdidas el último año fiscal.

El máximo representante de Leighton, filial de ACS tras la opa sobre Hochtief, ha dejado su sillón. David Mortimer, hasta ahora presidente de la mayor constructora de Australia, presentó ayer su renuncia con efecto inmediato, tras lo que las citadas ACS y Hochtief pactan el sustituto. Además, se especula con la intención de dimitir del consejero delegado, David Stewart.

La prensa australiana da por hecho que el responsable de Leighton Asia, Hamish Tyrwhitt, sucederá a Stewart. Entretanto, Stepehn Johns, miembro del consejo de la constructora, suena para relevar a Mortimer.

Este último deja el cargo tras presentar unos resultados teñidos de rojo. A las pérdidas por 409 millones de dólares australianos (296 millones de euros), se suma la intervención de ACS, desde que se hiciera con el control de Hochtief el pasado febrero, para enderezar el rumbo de la australiana.

Entre las acciones del grupo que preside Florentino Pérez se ha encontrado la petición de retorno al histórico directivo Wal King, quien fue consejero delegado durante 23 años de una Leighton que jamás declaró pérdidas.

La empresa agradeció formalmente a Mortimer su contribución. Pero esta renuncia llega poco después de que Herbet Lütkestratkötter se viera forzado a abandonar el puesto de consejero delegado de Hochtief, en la que ACS ha salido triunfante de una opa que la ha impulsado a superar el 50% de los derechos de voto. Por entonces tomó el mando Frank Stiehler, directivo de Hochtief que contaba con el respaldo de Madrid.

La voz beligerante de Lütkestratkötter contra la ofensiva de ACS tuvo eco en Australia. La opa española también cambiaba el mapa de poder en Leighton, donde el grupo alemán tiene el 54,5% del capital, y Mortimer defendió una gestión independiente para su empresa.

Leighton ha tenido que enfrentarse en los últimos meses al deterioro de algunos de sus activos y a la cancelación de proyectos como la construcción de una desaladora en Victoria y la conexión del aeropuerto de Brisbane, lo que ha terminado por desgastar a la cúpula ejecutiva.

Una trayectoria de 14 años en el consejo

David Mortimer fue nombrado presidente de Leighton en junio de 2007. Entre los temporales que ha tenido que capear destaca la marcha, el pasado 1 de enero, del histórico consejero delegado Wal King, toda una referencia en el mercado australiano de la construcción. Antes del salto a la primera línea, Mortimer había sido consejero no ejecutivo desde 1997.Leighton espera obtener un beneficio de 650 millones de dólares australianos (unos 470 millones de euros) de beneficio el 30 de junio de 2012, cuando cierra su ejercicio fiscal. El último año se ha saldado con pérdidas.Otro de los retos de la constructora en el medio plazo es llevar su cartera de pedidos hasta los 60.000 millones de dólares australianos (unos 43.500 millones de euros).ACS presenta sus resultados del primer semestre el próximo día 30. Para entonces realizará la consolidación global de Hochtief y Leighton.

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