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La triple A como gran excusa

Más que motivos, el mercado suele buscar excusas para comprar y vender. Algunas, claro está, tienen más peso que otras, pero son excusas al fin y al cabo. La pérdida de la triple A por parte de Estados Unidos es La Gran Excusa. Desde las primeras horas de la sesión del viernes la rumorología apuntaba a dicho recorte, y en el cierre de mercado era un secreto a voces, divulgado por la CNBC. Entonces, ¿a cuento de qué el hundimiento de las Bolsas?

Excusas. La rebaja de S&P estaba no descontada, pero sí en las quinielas, antes del infausto viernes. Y el viernes estaba en el mercado. La rebaja de S&P no afectó a la deuda rebajada, que de hecho subió de precio al caer de calidad (interesante post aquí sobre los bonos del Tesoro como bienes Giffen). La rebaja de S&P, en definitiva, ni añade información al mercado ni tiene, al menos por el momento, efectos de mercado sobre dicha deuda.

Que Estados Unidos tiene demasiado déficit no es un secreto que nos haya desvelado S&P. La deuda estadounidense es el activo financiero más líquido del mundo (si no contamos las divisas como activo) y el más presente en las carteras. Es decir, si se trata de poner rating a la deuda de OHL (por ejemplo), S&P puede aportar nueva información o resumir la existente de cara a un inversor extranjero o incluso español. Incluso si se trata de analizar la situación de España, habrá algún gestor extranjero no especializado que trabaje con los números y las previsiones de S&P. Pero, ¿con la deuda de EE UU? Podemos robar el símil escrito en Baseline Scenario: es como si la revista de la OCU asegura que la Coca Cola no es tan buena como dicen. Vale. ¿Y?

Obviamente Estados Unidos tiene serios problemas. Uno de ellos, por cierto, que algunos políticos estadounidenses parecen desear que el país entre en impago no se sabe muy bien por qué. La deuda es excesiva, el déficit también lo es y hay serias dudas de que, arrasada la clase media por los efectos de la crisis, pueda registrarse una recuperación dignaa de tal nombre en un país que depende del consumo para crecer. Nada nuevo bajo el sol. Ni nada que no experimentemos, con ciertos matices, aquí en la en la piel de toro.

Que el recorte de S&P haya sido La Gran Excusa no quiere decir que la caída sea menos creíble. Las señales de inestabilidad se han propagado en las últimas semanas y, hoy por hoy, los inversores le tienen miedo al mercado. O dicho de un modo más sencillo (pero no más comprensible) tienen miedo de su propio pánico y de los efectos que éste puede tener. El índice de volatilidad VIX registró ayer la mayor subida desde el verano de 2007, y la evolución de sus futuros sugiere cosas muy feas, según dicen por ahí. La caída tampoco se puede achacar a la falta de volumen: la negociación en Wall Street se disparó ayer. Se trata de un mercado bajista en toda regla, los operadores están limpiando sus carteras ante las malas perspectivas económicas, el riego de deterioro de los mercados de crédito y la extrema volatilidad de la Bolsa.

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