Metrovacesa finaliza la reestructuración de su deuda
Ha reducido su deuda en 1.377 millones de euros y ha renegociado las condiciones. Este acuerdo se produce después de culminar la ampliación de capital, cuyas nuevas acciones serán admitidas a negociación este viernes.
Metrovacesa ha firmado con sus entidades acreedoras un acuerdo por el que da por finalizada la operación de reestructuración de su endeudamiento, reduciendo su deuda en 1.377 millones de euros y renegociando las condiciones, informó la compañía. Este acuerdo se produce después de culminar la ampliación de capital, cuyas nuevas acciones de esta operación serán admitidas a negociación este viernes, y suscrita en su mayor parte por las entidades financieras presentes en consejo de administración de la inmobiliaria.
En concreto, los siete bancos y cajas accionistas de la compañía (Santander, Banesto, Sabadell, Banco Popular, Bankia, BBVA y Unicaja) convirtieron 1.358 millones de euros de deuda en capital, mientras que se obtuvieron más de 19 millones de euros de capital provenientes de los accionistas minoritarios que acudieron a la ampliación. La compañía destacó que con este acuerdo se finaliza su proceso de reestructuración, que comenzó a mediados de 2009 y que ha tenido como resultado una empresa "más eficiente, saneada y solvente".
El presidente de Metrovacesa, Vitalino Nafría, afirmó así que la inmobiliaria "cuenta con una estructura de capital estable que permitirá su desarrollo y asegurará la viabilidad de la empresa". Nafría subrayó que tras la reestructuración de la práctica totalidad de la deuda, la compañía "comienza una nueva etapa, caracterizada por una mayor estabilidad, una estructura accionarial fuerte y solvente y una de las mejores carteras de edificios del mercado con una base de arrendatarios de gran solvencia"
Reestructuración de 2.481 millones en dos tramos
El acuerdo de reestructuración de la deuda supone la renovación, durante cinco años, del crédito sindicado que tras la capitalización de créditos ha quedado fijado en unos 2.481 millones de euros que se dividirá en dos tramos. El tramo A, por un importe de 1.860 millones de euros, estará vinculado al negocio recurrente patrimonialista (oficinas, centros comerciales, hoteles y la participación en Gecina), con vencimiento a cinco años. Por su parte, el tramo B, vinculado al negocio no recurrente (suelo y promociones residenciales), tendrá un importe aproximado de 621 millones de euros y un vencimiento a 10 años. La deuda incluida en este tramo se repagará de las ventas de suelo y promociones.
Asimismo, y durante los tres meses siguientes a la entrada en vigor del acuerdo, la cantidad total del tramo B podrá reducirse a través de daciones en pago de activos de suelo, así como de operaciones de complemento de hipotecas ya existentes sobre activos de patrimonio. Además, el acuerdo supone la novación de los préstamos bilaterales con entidades financieras del préstamo sindicado que no estaban garantizados o eran préstamos hipotecarios sobre activos de patrimonio, así como otros préstamos hipotecarios sobre activos de suelo que no se habían adherido al tramo B.
El periodo de carencia de estos préstamos bilaterales es de cinco años y su importe asciende a unos 1.122 millones de euros. Asimismo, se ha novado un importe de unos 897,6 millones de euro de deuda no vinculada al acuerdo de refinanciación de los préstamos bilaterales en términos similares a los recogidos en el acuerdo.
Plan de negocio
De cara a los próximos ejercicios, la inmobiliaria continuará impulsando las áreas de negocio patrimonial (alquiler de oficinas de centros comerciales y de hoteles) y pondrá en marcha un plan de negocio para los próximos cinco años que prevé una mayor rentabilidad de activos inaugurados en los dos últimos ejercicios, la retención de los grandes clientes de la inmobiliaria y el abandono paulatino de la actividad de promoción.
El acuerdo incluye, igualmente, la posibilidad de acometer nuevos proyectos de inversión en activos de patrimonio bajo ciertas condiciones. Este plan tiene como líneas el control de la liquidez, la focalización en las áreas de patrimonio, la mejora en la eficiencia y la estabilidad en la participación de la francesa Gecina, de la que es el accionista mayoritario con un 26,9%.
Además, la inmobiliaria ha focalizado más su cartera a través de la puesta en explotación de activos de oficinas, centros comerciales y hoteles con altos niveles de ocupación y potencial de rentas de más de 30 millones de euros anuales, así como mediante la desinversión en activos no estratégicos u obsoletos, entre las que destacan la del complejo inmobiliario denominado Triángulo Princesa en Madrid y los edificios de Koenigsallee en Dusseldorf (Alemania), realizadas el pasado ejercicio.