La financiación autonómica no es un aguinaldo
l Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del pasado miércoles se celebraba en un momento trascendental para la economía española. Sin embargo, el Gobierno de la nación lo afrontó sin ideas y sin una preparación seria.
Los problemas de financiación de las comunidades autónomas son reales, y lo son, en gran parte, porque el Gobierno socialista diseñó un sistema de financiación autonómico en 2009 profundamente injusto, en beneficio de determinadas comunidades autónomas amigas, y en perjuicio de otras, como la Comunidad de Madrid.
Así, el sistema de financiación borró de las listas a más de 600.000 madrileños, para los que no concede financiación para la prestación de servicios sanitarios, que supone detraer 938 millones de euros a las arcas madrileñas, y castiga a Madrid con una menor participación en los ingresos del sistema, por valor de otros 638 millones de euros. Es decir, debido a la injusticia del sistema ya son 1.576 millones los que el Gobierno niega a la Comunidad de Madrid.
No contento con este sistema injusto, el Gobierno ni siquiera lo cumple y nos escamotea otros 1.000 millones de euros que le corresponden como anticipo del fondo de competitividad en 2011, reconocido hasta por la propia ministra, y se niega a compensar 120 millones por la eliminación del impuesto de transmisiones para las operaciones societarias por la ampliación de capital, que la ley dice que deben ser compensadas a las regiones. Con ello, la suma global de asfixia a los madrileños asciende a 2.696 millones de euros, que equivalen al 15% de los ingresos madrileños y al 1,4% del Producto Interior Bruto regional.
Por tanto, el propio Gobierno socialista causa un daño en las cuentas madrileñas de un porcentaje de PIB que es superior al nivel de déficit permitido para el conjunto de comunidades autónomas. Es decir, es una muestra más de cómo el Ministerio de Economía intenta sanear el déficit del Estado a costa de cargárselo a las regiones, con especial inquina hacia la Comunidad de Madrid.
Y por si fuera poco, en medio de todo lo descrito anteriormente, al Gobierno no se le ocurre otra cosa que proponer ocurrencias, como la propuesta de la regla de gasto. Una propuesta cuyo contenido metodológico se cambió varias veces a lo largo del pasado miércoles y que convirtió el Consejo de Política Fiscal y Financiera en una gran ceremonia de la confusión.
A esto hay que añadir el esperpento de repartir los sobres tras la reunión, cual aguinaldo, con los importes de financiación para cada comunidad autónoma para 2012. Importes que se negó a hacer públicos antes de las votaciones durante la reunión. Además, se decidió eliminar del acta la votación sobre las condiciones de la regla de gasto, porque el resultado no le gustaba a la ministra. Y se reconoció que el anuncio hecho por el entonces vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que vayan a repartirse 8.000 millones de euros más a las comunidades el próximo año es falso.
En definitiva, asfixia, injusticia, falsedades y ocurrencias, que nos llevan a una situación insostenible. Situación en la que la Sra. Elena Salgado dice que no cree que haya que reducir el gasto, sino ligarlo al Producto Interior Bruto, es decir, vuelve a tropezar en la misma piedra. Es la crónica de un Gobierno agotado que no se merecen los españoles. La mejor medida de política económica que puede adoptar el actual Gobierno es convocar elecciones para que otro Gobierno devuelva a España a la senda de la prosperidad.
Percival Manglano. Consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid