Círculo vicioso
Los trabajadores chinos están obteniendo una mayor participación de las ganancias económicas del país. Eso es bueno para aliviar las tensiones sociales, pero tiene algunas consecuencias no deseadas. La renta urbana después de impuestos aumentó un 14% en el primer semestre a pesar de que el crecimiento del PIB se moderó. Salarios más altos empeorarán la inflación. Y a medida que los trabajadores comiencen a exigir mayores subidas frente a precios más altos, podría producirse una espiral viciosa de salarios y precios.
La rápida subida de salarios viene en un momento difícil para Pekín. Por un lado, los políticos están preocupados con el aumento de la desigualdad en la riqueza, y el incremento de los salarios ayuda un poco. Pero la inflación, que se disparó al 6,4% en junio (máximo en tres años), es ahora una amenaza más inmediata para la estabilidad social. Los aumentos salariales para los pobres son más propensos a impulsar al alza la inflación, ya que estos tienden a gastar una mayor proporción de sus ingresos.
Los salarios chinos tienen espacio para aumentar. El 7,6% del salario real no puede mantenerse con el crecimiento del 9,5% del PIB real en el segundo trimestre, lo que significa que los trabajadores no están obteniendo totalmente aún su parte de las ganancias de la producción. También es más bajo que la media de entre el 15% y el 20% de las expectativas de beneficios netos en el primer semestre para las empresas que cotizan en el parqué de Hong Kong, lo que sugiere que los trabajadores pueden exigir más.
La demografía está también del lado de los trabajadores. El último censo chino muestra que la población está envejeciendo rápidamente, con una fuerte caída en el número de menores de 14 años. Eso da a los futuros trabajadores más poder de negociación. China debe también incrementar los ingresos de los jubilados para ayudarles a hacer frente los rápidos aumentos en el precio de los alimentos.
Pekín debería alentar los aumentos salariales en momentos de fortaleza -con beneficios empresariales creciendo de modo robusto y la inflación controlada-. Ahora no tiene más remedio que dejar que los salarios aumenten desde una posición de debilidad.