Alemania se resiste a una nueva cumbre europea
Alemania se resiste a celebrar una nueva cumbre europea hasta que no se adquieran compromisos en firme sobre la participación del sector privado en la factura griega. Mientras tanto, España declara no tener constancia de la convocatoria y Francia se muestra a favor de este tipo de reuniones.
En medio de la peor crisis fiscal que ha sufrido Europa desde la 2ª Guerra Mundial, los líderes del Viejo Continente lejos de estar cerca de pactar una solución y dar una imagen de unidad juegan al gato y al ratón sobre la posibilidad de celebrar una reunión extraordinaria del Eurogrupo. Los llamamientos realizados por el futuro presidente del Banco Centra Europeo (BCE), Mario Draghi, solicitando "una respuesta clara a los responsables políticos para detener el contagio al resto de la zona euro" han caído en saco roto. Alemania evita comprometerse a acudir a ninguna cumbre sin haber cerrado un compromiso previo y el resto de socios pasan de puntillas por el tema.
El portavoz del Ministerio alemán de Economía, Martin Kotthaus, ha sido claro esta mañana durante su comparecencia ante la prensa. "No existen planes para celebrar un encuentro [en el que se vaya a hablar de Grecia]", ha declarado. Tras esta declaración de intenciones, en España el secretario de estado de Hacienda, Jose Manuel Campa, ha confirmado que el Gobierno español no ha recibido ninguna convocatoria al declarar que "si no hay nada planificado, piensan que no hay reunión".
En medio de esta vorágine de desmentidos ha entrado también Francia. "El presidente [Nicolás Sarkozy] ha recordado que Francia siempre apoyó la celebración de reuniones del Eurogrupo en caso de necesidad", ha dicho Valérie Pécresse, voz del ejecutivo galo. Mientras tanto, la Comisión Europea reconoce que la convocatoria permanece en el aire y que sigue debatiéndose su idoneidad.
Alemania abre la puerta a que el fondo de rescate recompre bonos
Según informa Reuters, respecto al nuevo plan de asistencia al país heleno, el portavoz apuntó que se espera que las negociaciones hayan concluido para septiembre y subrayó que "no hay razón para tomar decisiones apresuradas, puesto que Grecia tiene cubiertas sus necesidades de finaniciación hasta entonces".
Asimismo, el Ministerio alemán de Economía ha explicado que no descarta que el actual fondo de rescate, conocido como Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF por sus siglas en inglés) sea utilizado por los países miembros para recomprar sus propios bonos, mientras recordó que cualquier solución a la crisis debe contar con el respaldo del BCE sin ningún "tabú" al respecto.
"De acuerdo con los instrumentos del EFSF, teóricamente ya es posible que un Estado obtenga fondos que destine posteriormente a recomprar, generalmente con un descuento significativo, parte de su deuda", admitió el portavoz del Ministerio Martin Kotthaus, sugiriendo un cambio en la postura defendida hasta ahora por Berlín. En este sentido, el político germano subrayó que "no hay tabúes" respecto a las posibles soluciones a la crisis de deuda.
Asi, Kotthaus indicó que la propuesta planteada este martes por el consejero delegado de Commerzbank, Martin Blessing, que implicaba quitas del 30% de la deuda y refinanciación de los bonos a 30 años, "es una de las muchas ideas interesantes al respecto" y afirmó que el Eurogrupo tiene claro que habrá participación privada en la nueva ayuda a Grecia.