CaixaBank debuta en Bolsa y ratifica la mutación de las cajas
La Caixa se convierte en la primera entidad de ahorro española bajo el escrutinio del mercado
El parqué central del Palacio de la Bolsa de Madrid vivió el viernes la efervescencia de los momentos históricos. Por vez primera, una caja de ahorros, La Caixa, la mayor del país, se estrenaba en Bolsa. Aunque unos años antes la propia entidad había sacado a cotizar su cartera industrial, Criteria, el viernes fue la primera vez que el negocio bancario de una caja se sometía al escrutinio del mercado.
CaixaBank, que sustituye a Criteria, inició la sesión con un repunte del 1,33%. Sin embargo, a medida que avanzaba la jornada y tras varios sobresaltos moderó sus ganancias hasta cerrar con un retroceso del 1,10%, frente al avance del 1,2% del Ibex 35. Gajes del mercado. Sus acciones abrirán el lunes en 4,76 euros.
La plana mayor del mundo empresarial español acompañó al presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, en la campanada que marcaba el arranque de cotización. Florentino Pérez (ACS), Luis del Rivero (Sacyr), Baldomero Falcones (FCC), Antonio Brufau (Repsol), Ignacio Garralda (Mutua Madrileña), Fernando Ruiz (Deloitte) arroparon el estreno bursátil y esperaron pacientemente para felicitar a Fainé. En los corrillos, eran muchos los que reconocían el momento histórico que se estaba viviendo y la importancia para la economía española de que las cajas de ahorros completen su reestructuración.
"El campanazo que acabamos de oír, junto con los que vendrán este mes en referencia a Bankia y Banca Cívica, que debutarán el 20 de julio, me gustaría que tuviese un sentido de cambio de rumbo no tan solo para las empresas que cotizan en Bolsa, también para toda la economía española", aseguró Fainé.
El banco de La Caixa, que será el undécimo valor con más peso en el Ibex 35, nace con una capitalización bursátil que roza los 18.000 millones de euros. Su principal competidor nacional, Bankia, debutará en Bolsa con una valoración máxima de la mitad (8.750 millones), a pesar de tener un volumen de activos mayor.
El campanazo de estreno en Bolsa se produjo de forma simultánea en Madrid y Barcelona. El consejero delegado de la entidad, Juan María Nin, que protagonizó el acto en la ciudad condal recordó que "solo CaixaBank ya supone el 10 % del sistema financiero español" y pronosticó que en septiembre "estaremos ante un sistema financiero que habrá asumido con éxito su reestructuración, que ya estará estabilizado y que podrá afrontar a principios de año, incluso esperemos que antes, la normalización del crédito, en especial para las familias y las pymes, que es lo que se necesita para la reactivación económica".
El plan estratégico de CaixaBank hasta 2014 prevé incrementar la cuota de mercado en España un 50%, "vía orgánica o inorgánicamente en su momento", y pasar del 10% al 15%, según se explicó en la última junta de Criteria. También espera aumentar el número de oficinas, pasando de las 5.400 actuales a 6.000. El propio Fainé reconocía el viernes que contemplan con interés la posibilidad de comprar alguna entidad, aunque no avanzó planes concretos.
Un estreno bursátil con suspense
Quien pone ladrillos tiene que romper varios hasta hacer un buen muro, dicen los albañiles, y quien tiene su empresa cotizando en Bolsa, tiene que estar preparado para vivir unas cuantas jornadas de infarto. En el primer día de escrutinio de los mercados del negocio bancario de La Caixa, el valor sufrió varios sobresaltos. Arrancó la jornada en tono positivo, con una subida del 1,33%, lo que auguraba un día plácido. A lo largo de la mañana, fue moderando el repunte, hasta que llegaron las fatídicas 13 horas. Cuando el presidente de la entidad, Isidro Fainé, todavía departía con sus invitados en el estreno bursátil, los títulos de CaixaBank comenzaron a caer a plomo."Nadie sabía muy bien qué estaba pasando, pero las órdenes de venta empezaron a acumularse", comentan fuentes del mercado. En tan solo unos pocos minutos el valor se desplomó un 4%. De acuerdo con operadores consultados, Sociedad de Bolsas se vio obligada a establecer subastas de volatilidad en las que ampliar el rango de oscilación de CaixaBank ante la imposibilidad de casar las órdenes de compra con las de venta. Tras media hora de incertidumbre, los títulos comenzaron a remontar posiciones hasta situarse en el nivel al que venían cotizando. A la hora de la comida, la caída de CaixaBank era el tema de conversación de los intermediarios bursátiles y, ya por la tarde, empezó a circular una primera versión de qué había ocurrido para el derrumbe del mediodía. Según varias fuentes consultadas, la brusca caída se originó por una orden errónea de un operador. Desde la entidad, sin citar la gestora desde la que se cometió el error, lamentan que se produjera en un día tan importante como el de ayer. Al acabar la jornada, los títulos cerraron en 4,76 euros (-1,10%), frente al avance del Ibex 35 (1,20%).Los analistas consultados se muestran positivos respecto al potencial del valor en los próximos meses. "CaixaBank tiene un negocio bancario más atractivo que la mayoría de sus competidores nacionales, aunque esto está ya descontado en el precio actual", comenta un experto de un banco extranjero. "El riesgo, a corto plazo, es que haya inversores que prefieran irse a Bankia atraídos por el descuento al que saldrá la entidad".
Apoyo de las firmas de rating
Las agencias de calificación crediticia Standard & Poor's y Moody's han elevado el rating de CaixaBank en tres y un escalón, hasta Aa2 y A+, respectivamente, tras hacerse efectiva su transformación en un banco y coincidiendo con su estreno en Bolsa. La tercera firma del sector, Fitch, le ha asignado a la antigua Criteria CaixaCorp una calificación A+.