El talento de Prada
El valor de Prada no reside solo en sus bolsos de piel, sino en sus dirigentes, Patrizio Bertelli y Miuccia Prada. El fabricante de bolsos y tacones espera que la salida a la Bolsa de Hong Kong asegure una valoración tan alta como 15.800 millones de dólares. Es cierto que el crecimiento en Asia Pacífico -un tercio de sus ventas-, es prodigioso, como los planes de expansión de Prada. Incluso, excluyendo el efecto de nuevas tiendas, las ventas en China aumentaron un 50% en 2010.
Sin embargo, un precio de 27 veces la previsión de ganancias para 2011 parece generoso. Supone una prima de más del 20% sobre su rival Burberry. LVMH, la mayor firma de lujo y más diversificada, cotiza a 18 veces.
Los inversores confían no solo en la robusta demanda china y asiática, sino en Bertelli, que supervisa las relaciones con los proveedores y decide dónde expandirse, y su mujer, Miuccia, al frente de los diseñadores.
Por supuesto, es poco probable que Bertelli deserte, como hizo Tom Ford de Gucci en 2004. Incluso después de la salida a Bolsa la pareja controlará la mayoría de las acciones. Ellos serán recompensados generosamente y pueden salir con 15 millones de dólares cada año. Pero eso no significa que los inversores ignoren el riesgo de las personas. La muerte, el divorcio o disputas tradicionales pueden hundir la firma de lujo. Valentino y Versace aprendieron que la planificación de la sucesión es tan esencial como difícil. Para las casas que dependen de una o dos marcas, el riesgo es incluso mayor.
Los inversores deslumbrados por la historia de crecimiento deberían preguntar si la estructura de liderazgo fuerte de Prada merece una valoración de la OPV ligeramente menos glamurosa.
John Foley