El análisis sintáctico del FMI
No se tome al pie de la letra las palabras del FMI sobre Grecia. Escuchando lo que Atenas, la zona euro y el propio Fondo dicen sobre sus prácticas de préstamo uno podría pensar que el país se declarará en bancarrota si no se firma de nuevo un plan integral de reforma dentro de un mes. El tiempo corre y la presión es creciente, pero la fecha tope no parece estar tan marcada.
Los mercados están asustados con la idea de que el mes próximo el FMI desenchufe el próximo tramo de 12.000 millones de euros del efectivo del rescate si no hay un plan de capitalización a largo plazo para entonces. En ese caso, Grecia iría casi seguro a la quiebra. Algunos observadores habían pensado que podría haber un acuerdo en dos etapas: uno modesto para obtener la financiación el próximo mes; y otro más completo, basado en un plan a tres años para proporcionar más efectivo. Aunque si el FMI está decidido por un programa a largo plazo, Grecia ya está con pie próximo al abismo.
Afortunadamente, la cosa no es tan radical. El Fondo dice: "nunca prestamos cuando no tenemos la garantía de que no habrá espacio (de financiación)". Pero no suele llevar esto a la práctica. No está escrito en su reglamento. Tampoco está claramente definido qué es un programa completo de financiación. El concepto es bastante elástico como para decir que el FMI no desenchufará la ayuda siempre que las cosas parezcan que se mueven en la dirección correcta.
Y así parece. Si no es así, habrá alguna escena más antes de convertirse en una auténtica tragedia griega.
H. Dixon / N. Unmack