"Abogamos por un convenio específico para el arquitecto"
Acaba de ser elegido decano de los arquitectos madrileños por cuatro años. Tiene despacho propio y su prioridad es paliar la falta de trabajo.
La candidatura Abierto, liderada por José Antonio Granero y que, durante años, ha estado en la oposición, toma las riendas del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Su prioridad será elaborar un censo. Hay 16.000 arquitectos en la capital pero solo 11.600 están colegiados. "Queremos saber dónde trabajan, en qué campos, todo para solucionar la escasez de trabajo y localizar nuevos nichos".
¿Cuál será la prioridad en su mandato?
Hay que rediseñar el mercado de servicios profesionales. Ahora padecemos contratos abusivos, honorarios deficientes, tenemos precariedad en la contratación y no ocupamos lugares ejecutivos que no son propios. Estamos acostumbrados a dirigir procesos complejos y a trabajar en equipo y por eso necesitamos abrir nuevos campos profesionales. Los arquitectos no somos el mundo del ladrillo, sino la innovación y la tecnología. Nuestra relación con la industria es directa.
¿Qué línea quiere llevar a cabo en el COAM?
El colegio tiene dos instrumentos. Uno al servicio de los colegiados, que reduciremos a un órgano de administración y registro con el menor coste para los arquitectos y otro, la fundación, que es la que nos permite relacionarnos con la sociedad. Necesitamos interactuar con todos los agentes, desde la Administración a la industria, así como con otros profesionales, y a la vez captar recursos en tres plataformas.
¿Cuáles son esas tres plataformas?
La primera, la de industria y energía; la segunda, relacionada con la ciudad y el paisaje, y por último, la de pensamiento y difusión, con un componente más cultural y de interacción con los medios de comunicación.
¿Cómo afronta los contratos de falsos autónomos que sufren los jóvenes arquitectos?
Lo lógico es realizar contratos normales, sin embargo, ha habido despachos que han utilizado la figura del falso autónomo. Esa situación no debía persistir y deberíamos competir todos de la misma forma. En nuestra candidatura, se integraron las dos asociaciones de arquitectos jóvenes.
¿Va a hacer algo al respecto?
Sí, abogamos por un convenio laboral específico que intentaremos firmar con la Consejería de Trabajo de la Comunidad de Madrid, pero para todos. Los arquitectos jóvenes ya se han ido del colegio, porque no se les prestaba la atención necesaria. No recibían ayuda en el momento más crucial, cuando terminan los estudios y aún no tienen trabajo. Años después, podrá ayudar a generar recursos para la institución, pero no en ese periodo.
¿Aboga por la colegiación obligatoria?
La colegiación es una garantía para la sociedad. Debe ser una herramienta para premiar las buenas prácticas, pero no solo de los arquitectos sino de otros profesionales. La fundación deberá contar con patronos y también, bajo el paraguas del colegio, queremos crear en la Academia de la Arquitectura.
¿Qué hará para evitar que el talento se pierda en los concursos públicos?
La dinámica del concurso tira a la basura una cantidad ingente de trabajo, propuestas e inteligencia que no sirven para nada. Si todo ese esfuerzo se gestionara bien, podría contribuir a generar más trabajo. Es un coste para las estructuras de los despachos y para los trabajadores. Pensamos pedir que se convoquen concursos de ideas mucho más sencillos, remunerados, si hay uno que exija una experiencia, debería explicitarse. También queremos recuperar la oficina de concursos.
¿Con jurados de arquitectos?
Es importante que la mayoría de los jurados estén compuestos por arquitectos. Luego, es verdad que tenemos que ayudar al cliente a definir lo que quiere. Arquitectos, propietarios y constructoras han de complementarse finalmente.