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Mercados

La deuda revuelve la Bolsa, que cierra la peor semana del año

El Ibex pierde el 3,25% y la prima de riesgo escala por encima de los 200 puntos básicos. Los grandes bancos han sido el principal lastre

En poco tiempo, las Bolsas han pasado de la tranquilidad a la agitación más absoluta. La deuda de los países europeos de la periferia han vuelto a poner sobre aviso a los inversores. La posibilidad apuntada desde el mercado de que Grecia tendrá que reestructurar su deuda ha pesado como una losa. Al mismo tiempo, la preocupación por Portugal persiste, a pesar de que pidió de forma oficial su rescate hace una semana, después de que Europa haya negado la concesión de un crédito puente hasta la celebración de las elecciones anticipadas en junio. Irlanda, que recibió ayuda el pasado año, ha visto como Moody's ha situado su calificación crediticia a un paso del grado especulativo. Con todo ello, han vuelto a subir los credit default swaps (CDS), las primas de riesgo y las rentabilidades de los bonos. Y las Bolsas, por el contrario, han retrocedido posiciones.

Para el Ibex la última semana ha sido la peor desde el pasado noviembre. La caída ha llegado al 3,25%, y ha supuesto una bajada en puntos para el índice hasta los 10.558,60. El descenso medio del Euro Stoxx ha sido en el mismo periodo del 2,19%. En la última sesión, el selectivo español bajó el 0,60%, y el europeo sumó el 0,05%. Wall Street ha tenido una semana menos brusca. El Dow Jones ha perdido en los cinco días un 0,31%, y el S&P y el Nasdaq, el 0,64% y 0,57%.

La prima de riesgo española que había estado más desvinculada de los problemas de los países periféricos, ha vuelto a superar los 200 puntos básicos, frente a los 178 de hace una semana. La de Grecia ha marcado nuevos máximos por encima de los 1.000 puntos básicos. En Irlanda y Portugal ha llegado a 633 y 562.

El diferencial de Grecia sobre Alemania ha superado los 1.000 puntos básicos, nuevo récord

Telefónica ha sido uno de los valores protagonistas de la semana, al desvelar su estrategia de negocio y de retribución al accionista en la celebración del Día del Inversor. Su cotización cerró con una pérdida del 2,88%, que sitúa el precio de su acción en 17,71 euros, tras anunciar que mantendrá su dividendo en 1,75 euros por acción, un nivel que será el suelo para los próximos años. Los analistas, no obstante, confían en que la capacidad de generación de caja de la operadora española le permita cumplir o incluso elevar estos objetivos. "Confiamos en que la compañía genere la caja suficiente para cumplir con sus compromisos de dividendos. Conocemos muy pocas entidades con una política de retribución al accionista tan atractiva (8,4% para 2011 y 10% para 2013)", señalan en Renta 4. La firma explica que este es el principal argumento para considerar que Telefónica sigue siendo una gran apuesta de inversión a largo plazo y reiterar su recomendación de sobreponderar.

Inverseguros, que aconseja mantener en cartera las acciones de la compañía, indica que prevén "amenazas en la capacidad de Telefónica de mantener su ya atractivo dividendo y tampoco pensamos que tenga amenazas para mejorarlo gracias a la capacidad de generación de caja de la compañía". El motivo, explica, por el que Telefónica ha querido ser cauta en sus compromisos de pago a los accionistas es que "no ha querido estrangular su capacidad de maniobra con un compromiso firme de subida de dividendo con los accionistas".

Los bancos han sido los que han empujado al Ibex hacia las pérdidas. Santander y BBVA se han dejado en la semana el 4,58% y 5,45%. Banesto, que ha cedido el 5,62%, abrió la temporada de resultados del primer trimestre de 2010 con una caída del beneficio del 20%. Más sorprendió el descenso del 26% de las ganancias en Bankinter, muy por encima de lo que esperaba el mercado. Pese a asegurar que ya ha superado lo peor de la crisis, el valor ha retrocedido el 2,92% en cinco sesiones.

Riesgos

Esta semana arranca bajo la resaca de los persistentes rumores sobre nuevos problemas para los mercados periféricos, sobre todo Grecia y Portugal. Pero estos no serán los únicos puntos de inestabilidad para las Bolsas.

En opinión de Sabadell existen varios factores que inclinan la balanza de las Bolsas hacia el riesgo de una corrección a corto plazo: las dificultades para superar los máximos en Estados Unidos, la incertidumbre sobre los resultados empresariales, la batalla fiscal en el Congreso norteamericano y ciertas señales de moderación del crecimiento.

Y no solo para la renta variable sino también para las primas de riesgo. La firma de análisis considera que los elementos que podrían impulsar otra subida de los spread son las perspectivas negativas sobre Japón, tras el nuevo tsunami, y el elevado precio del petróleo y su presión sobre la inflación. Como contrapeso, Banco Sabadell destaca la mejor percepción del sentimiento acerca de la situación de los bancos europeos, que el próximo mes de junio se someterán a otra prueba de estrés, y la mejora del FMI de las previsiones de crecimiento de algunos países, como España y Alemania, a los que ha elevado sus expectativas en 0,2 puntos en ambos casos, hasta el 0,8% y el 2,5%, respectivamente.

Apostar contra España sigue de moda

Ni alargar la edad de jubilación, ni recortar el presupuesto, ni reestructurar el sistema financiero. Nada es suficiente para que España consiga evitar la especulación. Así lo atestigua el volumen de contrataciones de seguros de impago para cubrirse ante una caída de la economía nacional. Ningún país tiene tantos contratos cerrados para cubrirse ante su deuda, ni un importe tan alto, según los datos facilitados por The Depositary Trust and Clearing Corporation, cámara de compensación de EE UU. Esta primera posición está bien consolidada: la semana pasada se negociaron 552 contratos que aseguraban deuda por 10.000 millones de dólares. El segundo país sobre el que más CDS se negociaron fue, sorprendentemente, Alemania, con 4.000 millones y algo menos de 300 contratos. Aunque este sea el país cuya deuda se usa como referente para medir la solvencia del resto, la fuerte operativa con CDS no es tanto señal de que se prevé una quiebra de la deuda germana como de que el mercado utiliza estos CDS para especular.

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