El A-400M ya tiene nuevo contrato
Airbus Military y los países impulsores del A-400M firmarán el jueves, por fin, las nuevas condiciones del contrato para lanzar el avión de transporte militar europeo. El acto tendrá lugar en Sevilla, donde está la línea de montaje final de la aeronave. Los países (incluida España) han tenido que aportar 3.500 millones extra para que el proyecto sea viable.
La firma tendrá como protagonistas a los responsables de la filial militar de Airbus y a los de la Occar, el organismo que agrupa los siete países promotores del avión: España, Alemania, Francia, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo.
El acuerdo llega después de casi dos años de negociaciones entre las partes para tratar de salvar el proyecto, que acumula más de tres años de retraso y sumaba unos importantes costes extraordinarios sobre los 20.000 millones de euros que se pactaron cuando se lanzó el programa, en 2003.
La crisis se ha resuelto después de que EADS (la matriz de Airbus) haya asumido unos 4.000 millones de los sobrecostes del A-400M y los Gobiernos compradores hayan aceptado realizar un esfuerzo adicional de 3.500 millones: 2.000 millones con un aumento del precio por avión comprado del 10% y otros 1.500 millones en forma de créditos que recuperarán a medida que EADS venda el aparato en nuevos mercados.
Concretar este último punto es lo que ha tenido ocupados a los responsables del fabricante aeronáutico y de los Gobiernos en los últimos meses. Los últimos países en pactar los detalles de estos créditos han sido Turquía y el Reino Unido. El Ejecutivo de Ankara ha logrado aumentar su participación en varios programas civiles de Airbus a cambio de los créditos. Las condiciones de la colaboración británica en los préstamos vinculados a la exportación (unos 203 millones) se han cerrado en los últimos 10 días.
Según explicó a finales de marzo el presidente de Airbus Military, Domingo Ureña, la empresa prevé recibir estos 1.500 millones extra en el periodo 2011-2013, a razón de 500 millones anuales. De esta manera, amortiguará la situación de caja negativa que el desarrollo del A-400M está provocando en el grupo. El programa tiene un coste mensual de unos 100 millones.
Según Ureña, el grupo podrá dar por devueltos los créditos cuando haya vendido unas 300 unidades del avión, lo que calcula que sucederá para 2030. La cantidad que tendrá que reembolsar (principal más intereses) será, "al menos", el doble de los 1.500 millones prestados.