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Columna
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España aún no está fuera de peligro

Qué está alterando los mercados? El Gobierno portugués se ha derrumbado, mientras la zona euro no puede ponerse de acuerdo en un aumento del fondo de rescate. Sin embargo, el euro empieza el mes por encima del dólar y los mercados de deuda no han caído presas del pánico. La fuente de la actual fuerza europea -y su potencial debilidad futura- sigue siendo España.

El estancamiento político en Portugal podría prolongarse, pero no debería hacerlo su plan de rescate. La amenaza de Finlandia también puede ser exagerada. El incremento del partido antieuro True Finns podría llevar a los políticos finlandeses a endurecer su postura antes de las elecciones de abril, haciendo más difícil para los ministros de Finanzas de la zona euro ampliar la capacidad de los préstamos para el rescate portugués.

La principal razón para la confianza de los mercados es España. Su morosidad sería un cataclismo, y a diferencia de Grecia e Irlanda, podría ser demasiado grande como para rescatarla. Afortunadamente, España está cada vez más a salvo; su cobertura por riesgos crediticios se redujo durante el mes de marzo, así como el de Portugal se incrementó.

España parece estar haciendo frente a sus problemas con reformas en el mercado de trabajo y las pensiones. El número de cajas de ahorro con problemas se ha reducido de 45 a 17 en solo seis meses y se prevén aumentos de capital en un futuro próximo.

Sin embargo, hay razones para ser pesimistas. El sector bancario está infracapitalizado, y se da una disparidad entre las estimaciones del déficit, que alcanza los 120.000 millones de euros, frente a los datos del Banco de España, que habla de 15.000 millones de euros. El rendimiento de los bonos españoles puede sufrir si la lucha de los bancos por la obtención de capital los forzase a recurrir a la deuda soberana. Las comunidades autónomas españolas son otra fuente de preocupación; más de la mitad no cumplió los objetivos de reducción de déficit el año pasado, lo que socava el plan del Gobierno para reducir su déficit global hasta el 6% este año.

El aumento del rendimiento portugués, debido a la crisis política del país, sirve para recordarle a Madrid que este no es momento para la autocomplaciencia.

España aún no está fuera de peligro, lo que significa que la eurozona tampoco lo está.

Neil Unmack

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