El Ibex se muestra inmune al contagio portugués y a las agencias de rating
La tesis de que España seguiría a Portugal en su caída pierde fuerza. La prima de riesgo española se rebajó ayer pese al rumor de un rescate luso. Ni siquiera la exposición de la banca española a Portugal, o la mala nota impuesta al sector por parte de Moody's, lograron acobardar al Ibex, que sumó un 1,11%.
La Bolsa española mantuvo ayer un buen ánimo inusitado para los tiempos de agitación que están experimentando las firmas financieras y la deuda pública europea. El ataque más directo llegó a primera hora del día de la mano de Moody's. La agencia de calificación de riesgo bajó la nota de 30 entidades financieras españolas. Al sector le tocó encajar el golpe cuando aún no había asumido las posibles consecuencias del batacazo de Portugal, país al que está fuertemente expuesto. Nada de esto, sin embargo, impidió al Ibex firmar su sexta sesión consecutiva en positivo, que cerró con un alza del 1,1%, hasta los 10.755,6 puntos. Toda una proeza.
Después de todo, el parqué debía digerir ayer las consecuencias de la dimisión del primer ministro luso, José Sócrates, que renunció a su cargo la noche del miércoles, después de que la oposición tumbara su cuarto plan de austeridad. La noticia disparó las voces que hablan de un nuevo rescate en Europa. Todo ello mientras los líderes comunitarios, reunidos desde ayer en Bruselas, no daban señales de ningún avance en la consecución de un sistema de intervención que mejore el que hay. Un modelo, que a juzgar por la situación actual de Grecia e Irlanda, se ha demostrado ineficiente.
La consecuencia, lógica, es que el perfil de riesgo país que pesa sobre Portugal siguió empeorando. La rentabilidad que se paga en el mercado secundario por el bono luso a 10 años alcanzó un nuevo máximo, en el 7,66%, lo que elevó el diferencial entre este título y el alemán, de referencia, hasta los 442 puntos básicos. De hecho, si la prima de riesgo portuguesa no es tan alta ahora como durante la caída de Irlanda -subió a 459,9 puntos básicos-, es porque hasta Alemania paga ahora un poco más caro el tipo de sus bonos.
En España, sin embargo, aunque el diferencial volvió a subir de los 200 puntos básicos, desde los 193 del día anterior, al final de la sesión había descendido hasta los 192 puntos. Este buen comportamiento terminó de impulsar al Ibex, pese a la mala nota de Moody's. O, tal vez, los mercados coincidan a estas alturas con el comisario de Competencia de la UE, Joaquín Almunia, que ayer sostenía, en un encuentro de la CECA en Madrid, que "las agencias de calificación de rating están exagerando el riesgo que hay en la deuda soberana".
Europa aguanta el pulso
También hay que tener en cuenta que la agencia no tocó la nota de ninguna de los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA. Tampoco se la rebajó a Criteria, impulsora de Caixabank. Sin embargo, esta firma fue la única del sector que cerró en rojo, cediendo un 0,64%. Del lado de las subidas, destacó OHL, cuyas acciones sumaron un 4,5%.
Si bien es cierto que lo tuvo más difícil, el buen funcionamiento del Ibex no fue un caso aislado. La mayor parte de las grandes plazas europeas cerró el día con subidas superiores al 1%. Es el caso de Londres, que ganó un 1,47%, París, que sumó un 1,41%, o Fráncfort, que se anotó un 1,90% más. El campo de las divisas disfrutó también de un buen tono, y el euro recuperó los 1,41 dólares, que perdió el martes durante las turbulencias en Lisboa. Nueva York, por su parte, celebró ayer el descenso en el número de peticiones de subsidio por desempleo. Una alegría que permitió al Standard & Poor's subir un 0,93%, al Dow Jones, un 0,7%, y al Nasdaq, un 1,41%. Más información en las
El crudo, estable
El barril de Brent se mantenía ayer, por tercer día consecutivo, en el entorno de los 115 dólares. El crudo permanece relativamente estable a la espera de lo que ocurra en Libia, país productor donde la OTAN está tratando de anular las fuerzas del dictador Muamar Gadafi.