Para que los impuestos no se coman el beneficio
Fondos de inversión o Sicav, según el volumen de su patrimonio, siguen siendo los productos más atractivos fiscalmente.
A final de año nadie se escapa de intentar ajustar sus inversiones para lograr no solo un buen resultado económico, sino también un mejor aprovechamiento fiscal. En Citi lo tienen claro, "seguimos recomendando las aportaciones a planes de pensiones para rebajar la cuota del IRPF y diferir la tributación en clientes con marginales altos. Desde el punto de vista fiscal insistimos también en productos que devenguen la renta en el ejercicio que elija el inversor. Hay productos de seguro-ahorro muy interesantes que aportan esta ventaja y desde luego seguimos apostando por fondos de inversión", explica Victoria Rubio, responsable de asesoría fiscal comercial del banco Citi.
David Nuevo, director de planificación patrimonial de Banca Patrimonial Banca March, advierte de que no debe ser la fiscalidad el principal factor a la hora de elegir un determinado producto financiero. "En muchas ocasiones, la optimización fiscal máxima de un patrimonio choca con las obligaciones o limitaciones patrimoniales, empresariales o familiares de un determinado inversor, por lo que adaptarse a las exigencias del cliente buscando la mayor eficiencia financiero-fiscal que dichas necesidades permitan es uno de los aspectos que atraerá o fidelizará a un cliente de este perfil".
Desde Banif recomiendan a sus clientes principalmente fondos de inversión y productos referenciados, "porque aúnan ventajas especificas del servicio de banca privada y ventajas fiscales: diferimiento de la fiscalidad hasta el reembolso en el caso de los fondos, y tributación al tipo fijo de la base del ahorro en ambos casos".
Hay productos de seguro-ahorro muy interesantes
Efectivamente, los fondos de inversión, además de retrasar la tributación hasta su reembolso, dejan la posibilidad al inversor de cambiar de fondo para acceder a otros activos y mercados en función de la coyuntura.
En cuanto a los productos referenciados, "permiten adaptarse al perfil de riesgo del inversor, aportando una expectativa de rendimiento elevada, pudiendo garantizar el principal, siempre y cuando el comportamiento del subyacente lo permita. Desde el lado fiscal, los productos referenciados tributan como un rendimiento de capital mobiliario al tipo fijo del 19%-21%", asegura Fernando Estévez, director de planificación patrimonial y fiscal de Banif.
En La Caixa también recomiendan los fondos de inversión. "Estos productos tienen una fiscalidad muy similar a la de las Sicav, gravándose al 1% en el impuesto sobre sociedades. Resultan especialmente atractivos en caso de que el partícipe sea persona física".
Más ventajas: además de diferir la tributación hasta su reembolso, "la rentabilidad en el segundo año y sucesivos será mayor en el fondo al tener mayor base sobre la que aplicar el porcentaje de rentabilidad, puesto que no se ha descontado aún el efecto impositivo", añaden desde Novacaixagalicia.
Sobre lo que no hay consenso es en torno a los denominados unit linked. "Permiten diferir impuestos hasta el momento del rescate, además de cubrir contingencias adicionales como el fallecimiento, siempre y cuando no se utilice como un vehículo para gestionar carteras de forma individualizada", aseguran en Banif. Sin embargo, en Unicaja, por ejemplo, creen que en España no tienen ventajas fiscales, su atractivo radica en otras características de gestión.
Las reinas incluso después de los cambios
Las sociedades de inversión de capital variable (Sicav) son, a juicio de la mayoría de los expertos consultados, uno de los instrumentos que mejores características fiscales presentan, aparte de sus ventajas para preservar el patrimonio y después poder transmitirlo. Y lo hacen "incluso tras las modificaciones previstas en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado actualmente en tramitación", apuntan desde Banif.El cambio aprobado al que se refieren en la banca privada de Santander ha entrado en vigor con efectos desde el 24 de septiembre y evita que los titulares de las Sicav puedan retraer liquidez de la sociedad a través de una reducción del capital, como se podía hacer hasta ahora, y les obliga a tributar en ese momento por las plusvalías, tal y como sucede en los fondos de inversión.Sin embargo, no parece que se haya restado atractivo, ya que siguen tributando al 1% en el impuesto de sociedades, al igual que los fondos, y al 19% o el 21% por las plusvalías en el IRPF."Las Sicav, al final, son fondos de inversión pero para patrimonios realmente altos", opina Rafael Romero, director de inversiones de Banca Privada Unicaja, ya que "las propias Sicav están incorporando fondos de inversión para conseguir las ventajas de acceso a mercados que quizás por ellas solas no podrían alcanzar".