Aguirre facilita suelo a los promotores para reanimar el sector constructor
Nuevo impulso liberalizador del Gobierno de Esperanza Aguirre. La Comunidad de Madrid modifica su Ley de Suelo para acortar los plazos del planeamiento urbanístico y reducir el precio de los solares en un 17%. A partir de enero, los promotores soportarán menos cesiones obligatorias de terrenos.
Cambios que no pueden esperar". El equipo de la Consejería de Vivienda de Madrid, liderado por su titular Ana Isabel Mariño, ha decidido adelantar unos meses una serie de modificaciones que tenía previsto incluir en una remozada Ley de Suelo la próxima primavera. A través de su introducción en la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Comunidad de Madrid de 2011, a partir de enero entrarán en vigor una serie de modificaciones que persiguen un único objetivo: abaratar el suelo hasta un 17%.
Una de las modificaciones más importantes es la reducción de las cesiones obligatorias de suelo que deben acometer los promotores cuando ponen en marcha un desarrollo. Hasta ahora, los promotores inmobiliarios debían ceder a las distintas administraciones 120 metros cuadrados de suelos brutos por cada 100 metros construidos. De ellos, 70 metros iban destinados a las redes generales, 30 a las locales y los 20 restantes a una modalidad que solo tenía Madrid. Se trata de las redes supramunicipales (donde se integran los terrenos para construir parques, vivienda social, o equipamientos públicos, entre otros).
Fin al vacío legal
El Gobierno regional estima que los cambios abaratarán los solares un 17%
Pues bien, la modificación contempla que desaparezca la obligatoriedad de ceder a la comunidad esos 20 metros cuadrados para la red supramunicipal. Se trata con ello de mitigar las cargas y costes a los que deben hacer frente los promotores cuando ponen en marcha un desarrollo. "Por ello, esperamos que eso revierta en un abaratamiento de los costes de gestión del suelo en al menos un 17%", defendió ayer Mariño. Esos suelos que hasta ahora formaban parte de la red supramunicipal serán considerados a partir de 2011 bienes patrimoniales, por lo que podrán ser vendidos o sacados a concurso para su explotación mediante concesión o cualquier otra fórmula de colaboración público-privada. "Se pone con ello fin al vacío legal que existía sobre la calificación de esos suelos", aclaró Mariño.
Sin embargo, para la oposición es una maniobra que lo único que persigue es hacer caja con la venta de dichos terrenos para poder suplir la falta de ingresos fruto de la crisis. En este punto, Mariño recuerda: "nosotros no vendemos suelo y en caso de hacerlo, los recursos obtenidos deben destinarse a construir vivienda social e infraestructuras, no a gasto corriente". Otra de las modificaciones que se aprobarán en la ley de acompañamiento, también conocida como ley escoba, es la posibilidad de permitir a los ayuntamientos variar la clasificación de algunos suelos sin acometer una revisión global de su plan general. "Se trata de agilizar plazos eliminando trámites, pero de ninguna manera habrá menos control. Los informes preceptivos sobre si hay agua para un nuevo barrio seguirán siendo necesarios", advirtieron en la Consejería.
Urbanizar y edificar al mismo ritmo
Hasta ahora, la ley de suelo de la Comunidad de Madrid, que data de 2001, establecía que un nuevo desarrollo urbanístico no podía iniciar la edificación o construcción de las viviendas hasta haber concluido la urbanización de todas sus calles.Con las modificaciones que prevé introducir el Gobierno regional, a partir del próximo ejercicio será posible que en grandes desarrollos, como el de Valdebebas, sea posible que se vaya urbanizando y edificando según se vayan cerrando las ventas. "Los promotores no tendrán que esperar a que se cierre un porcentaje determinado de ventas sobre plano para iniciar la edificación, lo que también abarata el proceso", explicó ayer la consejera de Vivienda y Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño. Los responsables de la Consejería recordaron que el anterior sistema se ha podido mantener en el pasado en un contexto de fuertes ventas y financiación sin límite. Ahora que el crédito se ha vuelto muy selectivo, "no era sostenible que un promotor deba urbanizar todo antes de levantar el primer bloque de casas".