Los gestores: ha aumentado el apetito por el riesgo tras la segunda ronda de 'quantitative easing'
Los gestores de fondos consideran que se ha elevado el apetito por el riesgo de los inversores después de la segunda ronda de 'quantitative easing', tal y como se desprende de la encuesta de gestores realizada por BofA Merrill Lynch correspondiente al mes de noviembre.
La nueva ronda de estímulos monetarios lanzada por la Reserva Federal de EE UU (Fed) ha propiciado que los grandes inversores retomen su interés por los activos de mayor riesgo, principalmente acciones y materias primas, a pesar de que los gestores de fondos reconocen que se podría estar aproximando una corrección.
La última edición de la encuesta de gestores de fondos elaborada por Merrill Lynch Bank of America refleja el creciente optimismo entre los inversores, ya que un 35% de los encuestados confía en un fortalecimiento de la economía global en 2011, frente al 15% que opinaba así el mes anterior.
De este modo, el 41% de los gestores de fondos han optado por sobreponderar acciones en sus carteras, frente al 27% de octubre. Asimismo, los gestores encuestados apuntan que sus estrategias de inversión han regresado a los niveles normales de toma de riesgos, frente al 33% que lo reconocía en septiembre.
Por otro lado, la encuesta señala que, aunque las medidas de estímulo monetario de la Fed, conocidas como QE2, y los buenos datos macroeconómicos hayan impulsado las perspectivas de crecimiento, excepto en China y Europa, los inversores demuestran "una mayor preocupación sobre la inflación, así como por los signos de alarma de una potencial corrección a corto plazo del mercado". Así, un 30% de los encuestados afirma que su horizonte de inversión es más a corto plazo de lo habitual, frente al 25% que opinaba así en octubre.
"Tras QE2, hemos observado una capitulación hacia los activos de mayor riesgo en un grado que históricamente sugiere que aparezcan preocupaciones. Las posiciones de efectivo se encuentran en un nivel peligrosamente bajo al representar un 3,5% de las carteras", señala Gary Baker, responsable de estrategia de valores europeos de BofA Merrill Lynch Global Research.
"Es posible que el 'rally' de final de año ya haya pasado, dejando así a los inversores en posiciones vulnerables a eventos como un agravamiento de la crisis de deuda soberana en Europa o un fuerte alza del dólar", añade Michael Hartnett, estratega jefe de BofA Merrill Lynch Global Research.
Se dispara el temor a la inflación
Por otro lado, la encuesta constata que los grandes inversores han encaminado sus carteras hacia posiciones, especialmente acciones y materias primas, que permitan aprovechar o protegerse de un repunte inflacionista.
De hecho, el 48% de los inversores prevé que se produzca un alza de la inflación en los próximos doce meses, frente al 27% de octubre. Así, un 45% de los participantes en la encuesta considera "demasiado estimulativa" la política monetaria a nivel global tras la segunda ronda de estímulos monetarios de la Fed.
Por otra parte, más de un tercio de los gestores de fondos considera la financiación de la deuda soberana europea como el mayor riesgo. La preocupación respecto a las cuentas públicas de varios países de la UE se refleja en la prudencia en las previsiones de crecimiento para el Viejo Continente.
De hecho, un 23% de los inversores europeos espera un fortalecimiento de la economía de la región el próximo año, el incremento más débil entre todas las regiones salvo China, para la que sólo un 16% de los encuestados augura una mayor fortaleza en los doce próximos meses, frente al 19% que pensaba así en octubre.