El BCE y la UE acorralan a Irlanda para que acepte un rescate inevitable
Las instituciones europeas y, en particular el BCE, redoblaron ayer su presión para que Dublín solicite ayuda internacional ante el creciente riesgo de contagio de la crisis irlandesa al resto de la zona euro. Fráncfort animó al Gobierno de Cowen a utilizar la ayuda para sanear su sector financiero.
La presión soterrada de los últimos días para que Dublín active los mecanismos de rescate de la UE, dotados con 500.000 millones de euros, emergió ayer a la luz del día con declaraciones a favor del rescate por parte del Banco Central Europeo (BCE).
El vicepresidente del BCE, Victor Constancio, advirtió a Dublín que no basta con disponer de recursos en el Tesoro hasta mediados de 2011, como repite una y otra vez el Gobierno de Brian Cowen, sino que debe garantizar también que el sistema financiero se mantiene en pie. Una advertencia que llega desde la institución a la que los bancos irlandeses solicitaron en septiembre de este año 80.000 millones para poder seguir operando, una cifra equivalente al 50% del PIB irlandés.
"El problema de los bancos está en el corazón de los problemas de Irlanda, y ése es un elemento que hay que ponderar", señaló el vicepresidente del BCE durante una intervención en Viena.
Constancio recordó a Irlanda que el Fondo Europeo de estabilización financiera puede utilizarse para la recapitalización de la banca, una de las carencias de las entidades irlandesas en dificultades. "El Fondo presta al Gobierno, pero el Gobierno puede utilizar el dinero para eso la recapitalización", añadió el portugués.
En palabras de los analistas de Barclays, "la necesidad de disipar dudas sobre la estabilidad financiera de Irlanda y sobre el posible contagio, en un momento en el que el BCE quiere limitar su provisión de liquidez, son argumentos para que Irlanda acceda al fondo de rescate como soporte para su sistema financiero".
"El virus puede contagiar a Portugal, a pesar de que su situación no tiene nada que ver con la irlandesa", reconocen en Bruselas fuentes comunitarias. De ser así, añaden otras fuentes familiarizadas con los preparativos del rescate de Irlanda, la activación del mecanismo de ayuda se complicaría porque "serían dos países de un golpe". También Miguel Ángel Fernández Ordóñez animó a las autoridades irlandesas a "tomar la decisión adecuada" para disipar cuantos antes "inquietudes infundadas".
Las instituciones europeas prefieren evitar esa sensación de dominó y aislar el caso. Pero el frágil Gobierno irlandés insiste en resistir hasta la presentación de un plan de ajuste fiscal a cuatro años (a finales de este mes) y la aprobación del presupuesto de 2011 el 7 de diciembre. Bruselas consideró ayer poco realista el calendario de Cowen, y duda que Irlanda vaya a poder generar los recursos suficientes para llevar a cabo el ajuste fiscal anunciado de 15.000 millones de euros en cuatro años. Y consideran imposible que el país pueda resolver por sí mismo la crisis de su descomunal sector financiero. "El calendario en ese terreno no depende de Dublín", recuerdan esas fuentes, "sino del BCE". Si Fráncfort corta el cordón umbilical que alimenta a la banca irlandesa, el sector podría desplomarse como ocurrió el año pasado, fuera de la zona euro, en Islandia.
Ese riesgo explica la presión sobre Irlanda para que acepte unos préstamos por los que Atenas imploró durante meses. El rescate de Grecia asignó 10.000 de los 110.000 millones de euros para la banca. En Irlanda, la mayor parte de la ayuda podría acabar enjuagando las pérdidas del sector financiero.
El país será intervenido en los próximos 15 días, según RBS
La crisis de deuda soberana que atraviesan los países europeos, podría llevar a la intervención inminente de Irlanda y Portugal, tal y como aseguró ayer Silvio Peruzzo, analista para la zona euro de Royal Bank of Scotland (RBS), informa Pablo Pico. Peruzzo ha afirmado tras presentar las previsiones de RBS para Europa, que dado el miedo actual al contagio de la deuda europea, es probable que "en el plazo de una o dos semanas veamos la intervención de Irlanda y en un mes, la de Portugal" por parte del BCE. No obstante, Peruzzo ha descartado la opción del rescate para España.
La cifra
60.000 euros le ha costado ya la crisis financiera a cada irlandés, según la CE. Las ayudas ascienden a 286.000 millones, el 170% del PIB del país.