Cisco necesita una dieta
La expansión de Cisco empieza a renquear. El gigante de las redes sorprendió con unas tibias previsiones de ingresos, desplomándose en Wall Street. Aunque parece una sobrerreacción, puede mostrar el temor de que Cisco ha crecido demasiado para continuar el ritmo.
Los resultados del trimestre fiscal que finaliza en octubre están bien. La facturación creció un 19% en comparación con un año antes, con un beneficio por acción que sube más del 30%. Sin embargo, Cisco advirtió que este año sería decepcionante, pues los beneficios aumentarán un 12% como mucho. Es más, en el último trimestre se limitó entre el 3% y el 5%.
El presidente John Chambers culpó a la caída de la inversión de los operadores de cable, de los Estados de EE UU y de los Gobiernos europeos. Parece lógico, pues la crisis ha disminuido las inversiones públicas en medio mundo.
Pero los competidores de Cisco no han reportado problemas similares. La mayoría de las previsiones de resultados de las tecnológicas han sido saneadas. Puede que ofrezcan datos con un mes de retraso y que el negocio se haya derrumbado en octubre.
La expansión de Cisco en docenas de mercados -desde las redes inteligentes de videoconferencias a vídeos flip- quizá signifique que está demasiado hinchado. Su tamaño hace difícil mantener el crecimiento y dificulta la gestión abriendo huecos a sus competidores. La dureza de los datos del trimestre debe aportar lecciones a los inversores para la próxima vez que Chambers proponga una nueva adquisición para generar crecimiento futuro.
Robert Cyran