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Análisis de valores

Sentido estratégico en la operación turca de BBVA

Los analistas avisan aun así del efecto dilutivo y de riesgo de gestión

No está logrando el aplauso unánime ni de analistas ni menos aún de los mercados, pero a la compra del 24,9% de Garanti Bank -el segundo banco privado de Turquía- por 4.195 millones de euros por parte de BBVA se le percibe sentido estratégico. Al menos es la opinión de la mayor parte de los expertos que han analizado la operación, lo que no es obstáculo para que reparen en aspectos negativos como la dilución del beneficio por acción para el banco que preside Francisco González.

Desde que anunció anteayer la operación cae un 2,3% hasta los 8,895 euros, aunque en jornadas previas presentaba ya una clara tendencia bajista. Pero el castigo fuerte se produjo ayer -un 3,45%-, que le hace perder el referente de los 9 euros y le devuelve a los niveles de julio de este año. En el mercado se interpreta este castigo por los efectos de la ampliación, pero más por el contagio de los problemas de entidades financieras irlandesas y el aumento del riesgo soberano, que se extendió a otros bancos españoles.

Para Carlos Peixoto, de BPI, la adquisición en Turquía ofrece sustantivas razones estratégicas, ya que permitirá a BBVA diversificar sus fuentes de ingresos y reducir su exposición a España. Destaca además que le da entrada en el mercado bancario turco, con elevadas posibilidades de crecimiento. Cita otro aspecto que no ha pasado desapercibido: la ampliación de capital por 5.000 millones es superior a la cantidad que tendrá que destinar a la compra de la entidad turca. Y, como consecuencia, concluye que BBVA podrá mejorar sus ratios de capital.

También el equipo de análisis de Oddo Securities se centra en ese factor y subraya que hace posible una posición más cómoda de cara a cumplir con los requisitos de Basilea III. Su tasa de capital y reservas sobre activos de riesgo se elevará a 8,8%, por encima de lo exigido.

Con una visión a largo plazo, desde Oddo se recoge cómo la operación puede ayudar a cambiar el perfil de BBVA para cumplir con el objetivo de que España sólo aporte un 10% de los beneficios obtenidos por el grupo en 2015, frente al 50% actual. No obstante, la firma francesa ha reducido el precio objetivo del banco español desde 11,2 a 10,5 euros.

Desde Nomura se valora que Garanti Bank aporte al menos un 7% a los resultados, elevando el peso de los países emergentes en su balance hasta el 51%. Que Turquía es una de las naciones emergentes más atractivas de su área -con un crecimiento previsto del PIB de casi el 7% para 2010- no es un elemento cuestionado, pero que la adquisición tiene derivadas negativas aparece en todos los informes. También que el reparto de poder pactado con la familia Dogus, que tendrá una participación similar a la del BBVA e idéntica representación en el consejo de Garanti, es complejo. Y que, por tanto, González no contará con plena libertad para tomar decisiones.

Con todo, analistas como los de Keefe, Bruyette & Woods manifiestan que el acuerdo es mejor de lo inicialmente esperado, debido a un precio más bajo de lo proyectado. Desde que se conoció la compra, Iberian Equities y DZ Bank aconsejan comprar; Caja Madrid, mantener; Nomura está neutral, y Matrix y Landesbank, vender.

Accionistas

De cara a los accionistas de BBVA existen sombras y luces. Si, por un lado, es cierto que existe una dilución del beneficio por acción -entre el 8% y el 12%-, igualmente lo es que pueden acceder a los títulos de la ampliación con un descuento del 29% respecto al cierre del viernes. Otro dato positivo es el ROI (retorno de la inversión) del 12% y que se mantendrá el dividendo. "La operación creará valor", señalan desde Kepler.

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