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Valor a examen

Brasil y el crudo cambian la suerte de los accionistas de Repsol

Los analistas prevén que el dividendo a cargo de 2010 alcance el euro por acción.

H ace casi un año, Repsol era, como es ahora, uno de los protagonistas del panorama bursátil español. Y al igual que en estas últimas semanas, decenas de brókeres, bancos de negocio y firmas de análisis examinaban en sus notas e informes el panorama de la compañía. Pero entonces la actualidad estaba llena de incertidumbres, y la marcaba la intención de su presidente, Antonio Brufau, de recortar sensiblemente el dividendo tras cosechar una caída de los beneficios superior al 50%. La medida levantó la oposición de Sacyr, su primer accionista con el 20% del capital; la crisis fue a más y se llegó a cuestionar la continuidad de Brufau en el puesto, lo que se tradujo en más riesgo para el valor.

Ahora, desde el mínimo en Bolsa del pasado ejercicio -el 3 de marzo de 2009 cotizó a 10,89 euros-, casi duplica su capitalización bursátil, tras cerrar el viernes a 20,16 euros. No obstante, los analistas siguen percibiendo recorrido al alza, potenciado desde que el pasado 1 de octubre anunciase el pacto con Sinopec, por el que el grupo chino toma el 40% de Repsol Brasil a través de una ampliación de capital por 7.100 millones de dólares (unos 5.100 millo de euros).

Aunque los expertos siempre resaltaron que Brasil era una de las grandes bazas de Repsol, las condiciones pactadas han superado todas las previsiones. Para el equipo de Deutsche Bank, la alianza mejora la visibilidad de sus negocios, reduce los riesgos al bajar su exposición a una determinada área geográfica y eleva su capacidad para subir el dividendo.

En pocas semanas, el consejo de la empresa aprobará el dividendo a cuenta

En esta línea, Caja Madrid destaca que el valor de la filial brasileña, después de la ampliación, ascenderá a 17.800 millones de dólares, y que Repsol mantendrá el control, con un 60% de participación. El grupo consigue además que las fuertes inversiones que debería llevar a cabo en Brasil, de 4.000 a 5.000 millones de dólares entre 2010 y 2014, las pueda autofinanciar la filial con los fondos que se aportan con la ampliación.

Y, Dominique Patry, de Cheuvreux, subraya que la participada brasileña queda perfectamente capitalizada para desarrollar los proyectos que tiene en marcha, incluidos los descubrimientos de Guara y Carioca. El equipo de Fidentiis estima que el acuerdo alcanzado para dar entrada a socios en la filial brasileña -la vía de la OPV contó hasta 48 horas antes de la firma con más posibilidades- ha sido mejor que lo inicialmente previsto.

Que Repsol pueda liberar recursos para otros destinos con este acuerdo es un factor muy citado por los analistas, pero nombran otro aspecto no menos relevante. Si la empresa china ha pagado por el 40% de Brasil a unos múltiplos más elevados que en otras operaciones recientes -en dólares por cada barril de petróleo de reservas-, no se debe exclusivamente a la avidez de las empresas del gigante asiático por las materias primas. Sinopec es una de las compañías con un bagaje más confrontado en el mercado de las commodities, y detrás del precio podrían subyacer unas mejores previsiones sobre los activos y yacimientos de Repsol Brasil. Hay otro dato relevante: ya con las cifras de ahora, la petrolera ha convertido su inversión en la filial brasileña por 1.300 millones de dólares en una participación de 10.700 millones.

Pese a la rotundidad de esta operación, la posibilidad de que el inversor recupere los dividendos previos al nefasto 2009 comenzó antes. Con cargo al pasado ejercicio el grupo repartió 0,85 euros por acción, lo que supuso un recorte del 19% frente a los 1,05 euros de año anterior.

Pero el giro se inició con el cambio radical de los resultados del primer semestre, favorecidos por un mayor precio del crudo, un dólar más alto y una mejora de los márgenes del refino. Es previsible además que los beneficios de 2010 mejoren en un 30% o un 40%.

Con estos datos y proyecciones en la mesa, los analistas estiman que el dividendo por acción sobre 2010 quede en el entorno de un euro, ya similar al 1,05 previo a la crisis. Pistas sobre cómo quedará la remuneración a los accionistas se conocerán en las próximas semanas: el consejo de noviembre dará previsiblemente luz verde al dividendo a cuenta y a los resultados hasta septiembre.

Mejor calificación y más precio objetivo

Aunque la percepción había cambiado con anterioridad, todos los informes realizados sobre Repsol desde que anunció su pacto con Sinopec son positivos. Deutsche Bank, UBS, Banesto Bolsa, Natixis y Kepler están entre las firmas que aconsejan comprar. El precio objetivo ha subido de media un euro hasta 23,11 euros desde el 1 de octubre. Por otro lado, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha mantenido en 'BBB' (nota media dentro de la calidad aceptable) y en 'A-2' (calidad buena) los rating a largo y corto plazo, respectivamente, de Repsol YPF tras el acuerdo de venta del 40% de su filial brasileña a Sinopec. La agencia reconoce que la operación con el grupo chino será "positiva" para la petrolera española en la medida en que reducirá la deuda.Otros factores que pueden influir en la cotización de Repsol a corto o medio plazo es la actitud que mantengan sus accionistas de referencia y los inversores institucionales, como los fondos de inversión. En este tema se abren dos posibilidades. Por un lado, tanto Sacyr como La Caixa -14,3% del capital- cuestionan ahora menos su posición en la petrolera. Junto a la revalorización de sus paquetes, les vuelve a aportar rentabilidad por dividendo, que puede estar próxima al 6%. Pero igualmente es cierto que Sacyr, que compró a una media de 26 euros por acción, se va acercando a un nivel que le posibilita la venta parcial o total de su 20% para reducir deuda. ¿Se teme presión vendedora proveniente de su primer accionista? Por el momento parece que no es un sentimiento dominante en el mercado, aunque puede que sea uno de los factores que impiden que Repsol se acerque a los 23 o 24 euros. Otra idea dominante entre los gestores es que los institucionales extranjeros están aumentando posiciones.Y la colocación de Brasil reduce, por otro lado, la urgencia de la compleja venta de una participación adicional de la argentina YPF.

Sacyr

El efecto positivo en los accionistas de Repsol, por aumento del valor del patrimonio y previsiblemente del dividendo, se ha percibido en Sacyr, que sube un 41% en Bolsa en un mes. Por otro lado, según las proyecciones de BBVA Research, el PER (veces que el beneficio está contenido en la cotización) de Repsol va a pasar de 14,8 veces en 2009 a 8,3 en 2011.

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