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"Monetarios y fiscales"

La ex asesora de Obama reclama más estímulos para la economía de EE UU

Apenas un mes después de dejar la presidencia del Consejo de Asesores del Presidente en la Casa Blanca, Christina Romer ha afirmado que EE UU necesita más ayuda "monetaria y fiscal".

Romer fue una de las personas encargada de diseñar el estímulo fiscal de 814.000 millones de dólares puesto en marcha por Barack Obama apenas semanas después de llegar a la presidencia. Este estímulo fue criticado desde posiciones más progresistas como insuficiente. Ahora, después de verificarse que la tasa de paro continua en el 9,6% y la recuperación se está ralentizando, Romer cree que EE UU necesita "más ayuda fiscal y monetaria".

La Administración ha tenido mucho cuidado de no hablar de otro estímulo porque el concepto es muy impopular en un país en el que empieza a calar la idea entre el electorado, especialmente el más conservador e independiente, de que el Gobierno está tomando control de la economía mediante la intervención y se está metiendo al déficit en una situación de la que es imposible de salir.

La ex asesora de Obama ha hecho estas declaraciones en el debate "Estimular o consolidar" organizado por la BBC en la sede del FMI que ha tenido lugar en la tarde del viernes en Washington (noche en España). Según Romer, que aún miembro del Comité Consultivo de la Presidencia para la Recuperación, a diferencia de otros países EE UU tiene el margen de maniobra para seguir estimulando la economía algo que además es beneficioso "para los que no tienen alternativa y tienen que consolidar como es el caso de Grecia". Según Romer cualquier plan de estímulo, no obstante tiene que venir acompañado de una hoja de ruta que trace los pasos a tomar para salir del déficit presupuestario.

Romer, fue secundada en esta propuesta por Joseph Stiglitz, el Nobel de economía que junto con Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, Zhou Xiaochuan, gobernador del banco central de China y George Papaconstantinou, ministro de finanzas de Grecia participaron en el debate. Papaconstantinou explicó que su país no tenía alternativa a la consolidación fiscal y las reformas estructurales con las que permitir "que la economía griega pueda volver a funcionar de nuevo". Stiglitz, de hecho,reitró su crítica al paquete de estímulo porque considera que era insuficiente.

"Las iniciativas política que tomamos eran esenciales", dijo Romer antes de reconocer que la economía estaba en un agujero "más grande de lo que se pensó". Esta economista reclamó comprensión: "se pueden hacer estimaciones pero esta crisis es tan diferente que necesitamos ser flexibles porque puede haber giros inesperados".

La Reserva Federal debate en estos momentos poner en marcha una segunda ronda de expansión monetaria, algo que podría llegar en la reunión de primeros de noviembre. Aunque hace apenas dos días los economistas del FMI dieron la bienvenida a este tipo de hipotética intervención también dijeron que no esperaban resultados dramáticos de ella. Romer dijo en el debate de la BBC que hay necesidad de "intentar todo lo que sea posible porque aún estamos en crisis".

La divisa, el elefante en la cacharrería

El gobernador del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, defendió en el debate organizado por la BBC el gradualismo de la política de divisas que tiene su país y que se está granjeando la animosidad de los países desarrollados que aspiran a competir comercialmente con el gigante asiático. Zhou no respondió directamente a ninguna de las preguntas que le fueron hechas en este sentido.

Las divisas se han perfilado como el gran debate de la Asamblea del FMI y Banco Mundial que acaba el sábado y la reunión informal de ministros del G7 que tiene lugar en Washington en la noche del viernes. Dominique Strauss Kahn ha usado el término "guerra de divisas" para referirse a esta cuestión y en el debate reiteró que muchos países la utilizan como "un arma".

El problema es que el importante desvío de flujos de capitales a las economías emergentes, como reacción a su fortaleza económica, ha elevado la cotización de sus divisas y muchos de ellos, como Corea del Sur, India, Brasil, Tailandia e incluso Japón, han intervenido o amenazado con hacerlo para rebajar el valor de sus monedas y poder seguir manteniendo su competitividad en los mercados internacionales. China no ha dejado de intervenir en sus mercados.

Strauss-Kahn dijo que una guerra con divisas nunca da resultados y "se convierte en un desastre" y aunque coincide con la posición de EE UU, la UE y Japón de considerar que el renminbi está infravalorado dijo, delante de Zhou, que entendía que no se podía revaluar repentinamente.

El nobel Joseph Stiglitz, dijo en este mismo foro que incluso si los chinos revaluraran su moneda EE UU seguiría teniendo problemas comerciales y déficit en este apartado. Y advirtió, si China revalúa su moneda de forma desordenada "habrá problemas socales y económicos y eso es malo para la economía mundial", el mismo argumento que tiene Wen Jibao, primer ministro chino.

Christina Romer, ex asesora de Barack Obama, explicó que los problemas de China van más allá de su divisa. "Tienen que estimular la demanda, establecer una red social con un sistema de salud de tal manera que la gente tuviera que ahorrar menos".

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