Los mercados se encomiendan a los bancos centrales
Las Bolsas no consiguieron mantener la fuerza inicial hasta el cierre, mientras que el dólar continuó debilitándose frente a otras divisas. El mercado tiene la convicción de que la Fed tomará más medidas de estímulo y aguarda con expectación las reuniones de hoy del BCE y el Banco de Inglaterra.
Otra sesión de movimientos significativos en los mercados. Las Bolsas europeas iniciaron el día con ascensos, que en el caso del Ibex llegaron hasta el 1,43%, en el mejor momento. Era el reflejo de un optimismo que tenía que ver con los mensajes que han vertido los bancos centrales en las últimas semanas en el sentido de su predisposición a continuar apoyando el crecimiento de las economías.
Gran parte de esta alegría se perdió al cierre. Wall Street no apoyó los movimientos alcistas al abrir en negativo ante un mal dato de empleo privado en Estados Unidos. El selectivo español terminó ganando el 0,46%, y el Dax, el Cac y el Footsie, el 0,88%, 0,88% y 0,81%. En Estados Unidos, el Dow Jones subió el 0,21%, pero el S&P y el Nasdaq perdieron respectivamente el 0,07% y 0,8%.
Las divisas sí dieron juego a los inversores hasta el fin de la sesión. El euro tocó los 1,395 dólares, el franco suizo alcanzó un nuevo máximo histórico sobre el billete verde -en 0,9619 francos por dólar-, al tiempo que el yen alcanza de nuevo máximos de 15 años frente al dólar, incluso por debajo de las 83 unidades por billete verde. La divisa estadounidense continúa debilitándose y, por ello, crecen las expectativas de que la Reserva Federal decida en noviembre tomar nuevas medidas de estímulo. La gestora de fondos Pimco comentaba ayer en su página web que es probable que la Fed incremente las compras de bonos del Tesoro para reactivar la economía. En la última reunión, la institución monetaria reconoció que el ritmo de crecimiento era más lento del deseado y que estaría dispuesta a establecer nuevos paquetes de apoyo.
El BCE, por su parte, se reúne hoy, y el mercado no espera cambios en los tipos de interés, aunque permanece atento ante cualquier mensaje, al igual que con el Banco Central de Inglaterra, que también celebra reunión. EL FMI ya ha advertido a los Gobiernos del riesgo que existe para las economías y las divisas si se toman decisiones unilaterales. "La lucha que mantienen las divisas debería ser neutral para las Bolsas. El mercado entiende que los bancos centrales tienen la situación bajo control y que actuarán si es preciso", explica Javier Barrio, responsable de ventas institucionales en España de BPI.
Las hipotéticas ayudas de los bancos centrales también suscitan recelo entre algunos inversores y analistas: "Incomprensiblemente, el último mensaje de la Fed se ha tomado positivamente, cuando es bastante preocupante que a estas alturas de la crisis aún se esté pidiendo apoyo, cuando el objetivo era que las economías comenzaran a tener tracción por sí mismas", explica Susana Felpeto, subdirectora de renta variable de Atlas Capital.
La expectación ante las compras de activos por parte de los bancos centrales también animó los precios de la deuda soberana, que se mueve a la inversa de su rentabilidad. El rendimiento del bono español a diez años llegó a caer ayer por debajo del 4%, la víspera de la subasta que hoy celebra el Tesoro de bonos a tres años y con la que prevé captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros.
Frente a la caída generalizada de rentabilidades de la deuda soberana, la excepción estuvo en Portugal e Irlanda. La prima de riesgo de Irlanda subió ayer a 423 puntos básicos y la de Portugal rozó de nuevo los 400, después de conocerse el recorte del rating irlandés por parte de Fitch y el alza del déficit del país.
El día será muy completo en referencias para los inversores porque, además, se inicia la temporada de resultados con Banesto, y en EE UU con Alcoa.
El fantasma de la deflación en EE UU
No hay consenso en el mercado sobre el estado de la economía de Estados Unidos, pero lo que va cobrando más fuerza entre las opiniones de los analistas es la posibilidad de asistir a un periodo de deflación; es decir, de tipos de interés bajos sin crecimiento económico. Y no sólo es una posibilidad que sopesan los analistas; el mercado de renta fija también lo está recogiendo. El bono a 10 años indexado a la inflación de EE UU ofrecía ayer una rentabilidad del 0,462%, mínimo histórico. Por su parte, el tipo de interés de la deuda a 10 años se colocaba en el 2,398%, el nivel más bajo desde enero de 2009. "El mensaje que están transmitiendo es que va haber deflación y que las rentabilidades de los bonos van a seguir cayendo", explica Luis Benguerel, responsable de renta variable y derivados de Interbrokers. "Es algo muy preocupante. Es un escenario que de producirse sería en el próximo año y probablemente en el siguiente. Es el momento de extremar la selección de valores y apostar por empresas que no tengan deuda, porque, a pesar de que los tipos de interés continúen bajos, serán las que mejor soporten el escenario", añade.José Luis Martínez, estratega de Citi, comentaba ayer que "las medidas expansivas de los bancos centrales, si se producen, no serían suficientes si los datos económicos no acompañan".
La cifra
55 % de todo el negocio que se hizo ayer en el mercado perteneció a Santander, que próximamente pagará dividendo.