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Así se vive la huelga en la capital catalana

Barcelona sigue su ritmo entre piquetes 'okupas' y turistas expectantes

Los miembros de un piquete increpan al único cliente (al fondo, con americana) de una famosa cafetería del centro de Barcelona, durante la jornada de huelga general.
Los miembros de un piquete increpan al único cliente (al fondo, con americana) de una famosa cafetería del centro de Barcelona, durante la jornada de huelga general.Efe

La entrada de Barcelona por la Gran Vía de esta mañana se parecía más a la de un domingo cualquiera que a la de un día laborable. Escasa circulación de vehículos, especialmente fluida por la ausencia de autobuses y taxis, comercios con persianas medio bajadas, y tiendas de supermercados abiertas a pesar de los altos índices de seguimiento de la huelga de hasta el 80% que destacan los sindicatos.

Eso sí, por las aceras más gente de lo habitual. No existen servicios mínimos en la Ciudad Condal hasta las 17,00 horas, por lo que la mayoría de los barceloneses se desplazan a pie, o en bicicleta. Además del servicio "bicing" del ayuntamiento de Barcelona, se observa el triple de usuarios en bicicletas propias circulando.

"Es que he retrasado todas las cosas que tenía que hacer hoy, y he salido de casa sólo por lo más indispensable", comenta una mujer con un carro de la compra. Este parece el denominador común de la jornada. En el centro de Barcelona la situación es similar, aunque los grandes comercios abiertos lucen en las puertas guardias de seguridad privada, y algunos tienen la persiana a medio subir.

Coches de la Guardia Urbana salpican algunas esquinas del ensanche, custodiando los piquetes informativos y otros denominados "okupas", que aprovechan la situación para colarse en edificios vacíos para protestar por la situación económica. El más veterano de ellos se remonta al jueves pasado, cuando un grupo de jóvenes entró en una antigua oficina de Banesto al lado de la Plaza Cataluña, coincidiendo con la celebración de las fiestas de la Mercé, patrona de Barcelona. Siguen ahí desde entonces.

Un coche de la Guardia Urbana quemado

Por su parte, un grupo de jóvenes consiguió quemar a las 13,30 horas un vehículo de la Guardia Urbana de Barcelona, provocando la intervención de la policía autonómica (Mossos d'Esquadra), que los dispersó a la altura de la Plaza Universidad, con el resultado de una persona detenida. Por su parte, la consejera de trabajo de la Generalitat, Mar Serna, indicó que se habían practicado un total de 15 detenciones (sin contar con la última referida) en Barcelona, Gerona y Mataró, al margen de la actuación de los piquetes. Serna destacó el cumplimiento de los servicios mínimos en transporte y que el seguimiento de la huelga en el sistema público sanitario era del 7,14%.

Todo esto ante la atenta mirada de los turistas, que siguen desfilando por el Paseo de Gracia, haciendo cola delante de los típicos monumentos del arquitecto Gaudí. Algunos desvían el objetivo de sus cámaras para fotografiar las furgonetas apostadas en las anchas aceras de la avenida. Otros observan las paradas desiertas del "bus turístico" y se resignan.

La patronal Pimec cifra el seguimiento de la huelga en el 16,5%

De otro lado, la patronal de la Pequeña y Mediana Empresa (Pimec) cifró el seguimiento de la huelga en el 16,5% a las 13,00 horas, destacando la escasa incidencia de la convocatoria. La organización empresarial denunció la presencia de piquetes a primera hora de la mañana, aunque señaló que con su progresiva retirada los empleados se han incorporado a su trabajo.

Asimismo, la Confederación de Comercio de Cataluña (CCC) aseguró que la incidencia de la huelga en el pequeño comercio y en los mercados municipales "ha sido prácticamente nula", aunque reconoció a través de un comunicado que con la actuación de los piquetes los establecimientos cerrados han llegado al 10%.

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