En busca de nuevos horizontes profesionales
Más allá de la crisis, la tendencia a salir fuera de España aumenta.
La necesidad obliga. Empujados por la crisis, muchos profesionales se plantean desarrollar su carrera en otros países. El número de demandantes de empleo para trabajar fuera de nuestro país se ha duplicado en los dos últimos años, coincidiendo con la recesión económica, según un estudio del grupo Adecco, firma dedicada a la gestión de recursos humanos. Estas cifras no dejan de sorprender si consideramos que, tradicionalmente, los españoles no han sido muy propensos a la movilidad geográfica. Sin embargo, este hecho ha experimentado un cambio notable en tan sólo dos años, ya que hoy muchos dejarían España por un sueldo igual o, incluso, menor que el que recibe en casa, según el estudio. Por tanto, parece que queda atrás la época en la que era difícil encontrar gente dispuesta a abrirse a nuevos horizontes laborales más allá de nuestras fronteras.
Este cambio de tendencia aparece corroborado por el Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero (CERA) que recoge que, desde abril de 2008 hasta el mismo mes de 2010, el número de españoles residentes en el extranjero se ha incrementado en 118.145 personas.
Pero no sólo la crisis obliga a los profesionales españoles a salir fuera. "Los jóvenes tienen ahora una visión más global y amplia del mundo, están mejor preparados y, además, muchas empresas españolas trabajan a escala internacional", asegura Eloy Capellán, director del departamento de movilidad internacional de Adecco. En opinión de Capellán, están saliendo jóvenes a otros países con carreras universitarias y másteres prestigiosos pensando en ocupar posiciones que les aporten experiencia y nuevas vivencias porque, de momento, aquí las oportunidades escasean, aunque no tienen una idea clara de si volverán a España o no.
La mayoría de las escuelas de negocios presumen de la proyección internacional de sus programas. Vidal Fernández, director del máster en Marketing Intelligence de Esic, explica que es cierto que existe una mayor demanda de programas de formación internacional, pero "no podemos afirmar que sea una consecuencia directa de la crisis. Es una realidad, y no sólo una frase hecha, que vivimos en un mundo global y las escuelas de negocio deben preparar a los futuros mánager para dirigir empresas globales". La resultante es la suma de dos efectos; por un lado, las escuelas de negocios desarrollan una oferta de másteres internacionales y, por otro, los alumnos perciben cada vez más una necesidad de formación que traspase las fronteras nacionales. En opinión de Fernández, el origen de los expatriados obedece, en la mayoría de los casos, a la presencia de empresas españolas en otros mercados o empresas multinacionales instaladas en España que promocionan a ejecutivos españoles a posiciones de más alto nivel a otros países o a los headquarters. Esic no dispone de datos exactos, "pero sabemos que el número de alumnos que acaban trabajando en el extranjero es cada vez más importante".
Nuria Guilera, MBA & Executive Master Marketing Director de Esade, asegura que el perfil habitual de los alumnos de los MBA, que son los programas más enfocados a una carrera internacional, es el de universitarios con una media de cinco años de experiencia profesional, inglés excelente y buena progresión laboral que quieren hacer este programa para acelerar su carrera, fundar una empresa o dar un giro a su trayectoria profesional. "El programa de Esade se enmarca en un entorno de negocios global, asumiendo que las empresas, por pequeñas que sean, compiten ya en el ámbito global", indica Guilera.
Jóvenes, solteros y altamente cualificados
Las personas que se sienten más atraídas por la idea de trabajar en el extranjero responden a un perfil claro. En general, son hombres cuyas prioridades laborales son la responsabilidad de su puesto, la autonomía profesional y la perspectiva de hacer carrera en la compañía, según el departamento de Movilidad Internacional de Adecco. Estas motivaciones difieren entre las mujeres, que, por lo general, buscan un buen ambiente laboral y flexibilidad de horarios.En lo que a la edad se refiere, los datos perfilan a jóvenes entre los 25 y los 35 años que aún no tienen responsabilidades familiares. Generalmente, cuentan con una formación altamente cualificada, que responde a lo que los sociólogos denominan "emigración selectiva" o "fuga de cerebros".Los sectores más demandados para trabajar en el extranjero también han sido alterados como consecuencia de la coyuntura económica. Antes de la crisis, los puestos de trabajo que más cubrían los españoles en otros países estaban relacionados con la investigación, la medicina y la biología. En la actualidad, esta lista se ha ampliado considerablemente e incluye a ingenieros, arquitectos e informáticos que han perdido su empleo o consideran que su trabajo será más valorado fuera de España. Pero la demanda no se limita a profesionales con conocimientos técnicos, "la formación estrictamente empresarial abre muchas puertas", asegura Eloy Capellán.Tradicionalmente, los destinos más buscados son Estados Unidos y Europa y, en los últimos años, Latinoamérica. La preferencia se decanta por países afines culturalmente. Por ejemplo, China no está, de momento, entre los más solicitados.