_
_
_
_
Sebastián Escarrer. Vicepresidente de Sol Meliá

"Para innovar hay que tener una educación fuerte"

Asegura que estamos en un proceso de cambio que es necesario afrontar con una visión más sana del mundo.

Antes de recalar en la empresa familiar, el grupo hotelero Sol Meliá, Sebastián Escarrer, de 40 años, trabajó para Coca-Cola en Boston y para The First Boston Corporation, IBM y Hyatt International desde Nueva York y Londres. Estudió en Icade y en Wharton School, institución de la que es embajador en España.

En el foro organizado por Wharton School (el pasado mes de junio) se debatió sobre la necesidad de crear un nuevo mundo. ¿Es hacia la creación de un nuevo orden económico hacia donde vamos?

Algunos países están en la antesala de la recuperación, y nos tenemos que dar cuenta de que la crisis financiera es el resultado de una crisis de valores. La responsabilidad social corporativa debe ser un centro de debate continuo, no puede ser algo aislado, porque nos encontramos no sólo ante una crisis financiera, sino también ante una crisis ecológica, sociopolítica y de seguridad. Un amplísimo grupo de la población ha perdido la confianza en la clase política. Ahora tienen que plantearse cómo recuperarlo.

¿La imagen de los empresarios sigue intacta?

Una parte de ellos están salpicados, pero las escuelas de negocios deben plantearse qué han hecho mal; ahora es importante que los valores vuelvan al centro del debate. Ahora no van a sobrevivir los que sean más fuertes, sino los que sepan adaptarse a la nueva realidad. Las empresas tienen que saber escuchar a los que tiene alrededor, es esencial, hay que gestionar hacia afuera, atendiendo las demandas de todos los stakeholders (partes implicadas dentro de una organización), no sólo de los shareholders (accionistas), sino también de los proveedores, de la sociedad civil. Un ejemplo son las empresas automovilísticas, que durante mucho tiempo ha sido sordas y ahora lo están pasando mal.

Y el sector turístico, ¿cómo debe plantearse esa renovación?

Nuestro negocio no es sólo el hotel, sino la totalidad del destino turístico. No sólo debemos ocuparnos de reformar el hotel, tenemos que cuidar todos los aspectos de la cadena de valor, del entorno. Si no lo hacemos, no avanzaremos.

Sol Meliá opera como una multinacional; ¿la internacionalización es la asignatura pendiente de las empresas españolas?

Nosotros estamos presentes en 30 países, y el 24% de nuestro Ebitda acrónimo inglés que significa beneficios antes de intereses, impuestos y amortizaciones procede de España. El 76% restante proviene de fuera. El turismo no conoce fronteras y es importante expandirse.

¿Es una recomendación?

No, yo recomiendo comenzar a expandirse cuando ya se es líder dentro del país de procedencia, en este caso, España. La internacionalización es un aspecto esencial cuando se domina el mercado local, a través del liderazgo y de la excelencia. Sol Meliá es la primera compañía vacacional en el mundo, y lo hemos conseguido porque hemos sabido adaptarnos al saber hacer de cada país, aprovechando el talento local. Nosotros tenemos grandes ejecutivos locales.

¿Qué errores son habituales cuando se inicia un proceso de internacionalización?

Por ejemplo, creer que Europa es una unidad; cada país es único, tiene sus problemas locales. Cada uno tiene su idiosincrasia. Otro error es enviar a gente que no sabes dónde colocar en la empresa. Hay que enviar a los mejores profesionales, que sepan transmitir el mejor conocimiento de la organización. Y luego apostar por el talento local, sin él no se consigue nada.

¿La innovación también se presenta como otro elemento clave para el despegue?

Es fundamental para las empresas, para los individuos y para el país. Sin innovación todos perdemos, porque no hay productividad. En España y en Europa tenemos un serio problema con la innovación. Los países denominados BRIC Brasil, Rusia, India y China innovan fuerte. China e India son grandes centros de innovación, y en España debemos tener esa presión por la innovación porque, de otra manera, no vamos a ser competitivos ni productivos. El mundo prospera gracias a la innovación.

¿En España todavía tenemos un largo camino por delante?

En España el mayor problema lo tenemos en la fase previa a la innovación, como es la educación. Para innovar tenemos que tener un sistema educativo fuerte, y en los últimos 20 años ha sido horroroso, no hemos avanzado nada. Los indicadores de producción están por los suelos, un 20% menos que en Alemania o Inglaterra. En España tenemos muchas reformas pendientes todavía.

¿Por ejemplo?

Además del sistema laboral, tenemos un gasto elevado en nuestro sistema público. Tenemos un 13% más de funcionarios, con la mitad de población, que en Alemania. Es una barbaridad. Para salir del estancamiento hay que afrontar reformas de otra forma, sin timidez, de manera valiente. Además, los responsables políticos no atienden debidamente a las multinacionales, que somos las que arrastramos a las pequeñas y medianas empresas fuera de España. Y la educación y la innovación son claves para que podamos ser productivos y salir adelante.

"Sin inglés no vamos a ninguna parte"

Habla del mundo. En general, sin fronteras. Y cree que éste ya no volverá a ser como antes de la crisis económica. Todos los sectores han salido tocados de este proceso, pero asegura que de nada sirve lamentarse. Lo que hay que hacer es avanzar, tomar las medidas necesarias, sobre todo políticas, para salir del atolladero. Cree que el turismo, sector en el que Escarrer se mueve, tiene que hacer frente a una grave crisis ecológica, así como solventar los inconvenientes del terrorismo internacional o situaciones puntuales, como la salud, que crean alarmas internacionales.Pero también ahonda en la necesidad de afrontar una reforma educativa en profundidad, que pasa por el aprendizaje de idiomas. "Sin inglés, por ejemplo, no vamos a ninguna parte, es la lengua de la innovación y de los negocios".

Archivado En

_
_