La UE celebra la revalorización del yuan y espera que no sea pasajera
La Unión Europea, y en particular la zona euro, celebró ayer la revalorización del yuan tras la decisión del Banco de China, el pasado sábado, de autorizar una mayor fluctuación de su divisa. Bruselas considera muy positiva la decisión, pero se reserva el veredicto definitivo hasta comprobar que Pekín aplica la nueva flexibilidad de manera permanente.
El renminbi, nombre oficial de la divisa china, se revalorizó ayer ligeramente en relación con el dólar para alcanzar un cambio de 6,8111 frente al 6,8275 del viernes. No fue mucho. Pero fue acogido con tremendo alivio tanto por la Unión Europea como por EE UU, tras años reclamando a Pekín una relajación de la cotización del yuan (nombre popular de la moneda china) que permita un reequilibrio de las balanzas comerciales con China
Fuentes comunitarias mostraron ayer su satisfacción por el resultado de la intensa presión de Bruselas y Washington sobre el gobierno chino. Y aseguraron que la próxima reunión del G-20 en Toronto (del 26 al 27 de junio) recogerá en sus conclusiones, con toda probabilidad, el respaldo de las principales potencias del planeta a la flexibilización de la cotización de la divisa china. Las mismas fuentes, sin embargo, se reservaron su veredicto final sobre la nueva relación de fuerzas entre las divisas hasta comprobar la aplicación efectiva de la medida anunciada por el Banco de China. "Seguiremos vigilando el tipo de cambio muy de cerca", advirtieron ayer fuentes de la Comisión Europea. "Y si la medida anunciada por Pekín no da los resultados esperados", añadió la misma fuente, "seremos bastante francos en hacerles saber nuestra opinión".
El propio Banco de China advirtió el domingo, sólo 24 horas después de anunciar su renuncia al vínculo fijo con el dólar, que Pekín no era favorable a una revalorización significativa de su divisa y que prefería una cotización "básicamente estable".
Aún así, la autoridad monetaria china permitió ayer, sin intervenir, una revalorización del yuan de hasta el 0,47%, una fluctuación raramente registrada desde que en 2008 Pekín fijó en medio punto el límite máximo de variación en la cotización. Muchos analistas dudan que el renminbi vaya a mantener esa tendencia al alza durante los próximos días. Entre otras cosas, porque el gobierno de Wen Jiabao afronta una gran resistencia interna contra una revalorización que puede dañar las exportaciones de una economía volcada al exterior.
Europa confía en que la flexibilidad en la cotización de la divisa china aumente el consumo interno del país asiático, después de dos años de continua depreciación del yuan. En julio de 2008, Pekín frenó en seco la revalorización de su moneda, que se había apreciado un 17% frente al dólar desde 2005. La UE, sin embargo, considera que la revaluación del yuan beneficia también a China porque mejorará el crecimiento mundial, del que depende la economía del gigante asiático. "Es una buena decisión que también beneficia a la economía china y al crecimiento chino", señaló ayer el presidente del BCE. Jean-Claude Trichet añadió que la medida "va en la dirección de dar más estabilidad y más prosperidad para todos los socios a nivel internacional".
La cifra
6,81 yuanes por dólar alcanzó ayer el tipo de cambio entre ambas divisas, frente al 6,82 del viernes pasado, antes del anuncio del Gobierno chino.