Solbes duda que el decreto aprobado sea suficiente para crear empleo
Apenas les dio tiempo a saludarse, sólo un rápido apretón de manos en la trastienda del salón de actos. Pedro Solbes acababa de exponer sus dudas sobre la reforma laboral y su opinión sobre los desafíos a los que se enfrenta Europa y España, y Rodrigo Rato llegaba para exponer en la feria de la gestión empresarial ExpoManagement 2010 sus teorías sobre los mismos asuntos.
El ex ministro de Economía y Hacienda del Gobierno de Zapatero puso en duda que la reforma laboral, aprobada el miércoles, "sea suficiente para lo que hay que conseguir". En tono optimista, el mismo que también adoptó Rato, afirmó que "hay elementos satisfactorios, algunos ya impulsados en épocas anteriores, que van en la buena dirección, pero a uno le queda la duda de si será suficiente". Y agregó que la reforma laboral puede modificar algunas dificultades del mercado, pero también tiene algunos problemas.
Criticó que cualquier reforma laboral se plantee con el objetivo de reducir el coste del despido y no como incentivo para la contratación de profesionales. Para Solbes otro inconveniente es el procedimiento de tramitación, esto es, que se realice mediante proyecto de ley, "porque es imprescindible disponer de todos los elementos cuanto antes". Y agregó que si esto hubiera estado pactado previamente, "habríamos ganado credibilidad y consistencia". Solbes propuso encontrar un sistema más eficiente que facilite la vuelta al mercado de trabajo y recomendó distinguir entre "lo urgente y lo importante". Para reducir 4,5 millones de parados, el ex vicepresidente económico no cuenta con ninguna receta milagro, "ya que hay que tocar muchas teclas". Para concluir, afirmó que la reforma no es un cambio radical de concepto, es una mejora.
A continuación, subió al estrado el ex ministro de Economía del PP y presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, quien aseguró que los países que peores mercados laborales tienen son los que más paro padecen. El ex director del FMI señaló que es preferible cambiar nuestra manera de trabajar a nuestra forma de vivir. Antes de hacer una valoración formal, pidió esperar a ver qué decide el Parlamento. Sin embargó, lamentó que en España sea más barato despedir a muchos que a pocos, y más fácil despedir que bajar los sueldos. Por la tarde, el ex ministro de Trabajo del PP Manuel Pimentel señaló que la reforma era necesaria, pero es insuficiente, sin consistencia, supone un gran fracaso para empresarios y sindicatos, y contiene dudas jurídicas.