Tres agencias de calificación de riesgo recortan el rating de BP
Primero Fitch y Moody's y después Egan-Jones rebajaron ayer la calificación de la deuda de British Petroleum (BP). La preocupación de las agencias son los costes de limpieza y legales derivados del vertido de la plataforma en el Golfo de México. BP puede verse presionada a vender activos y eliminar dividendo.
Fitch rebajó ayer la calificación de la deuda de BP de AA a AA- y Moody's hizo lo mismo dejando su calificación en Aa1 desde Aa2. Ambas agencias mostraron su preocupación por el impacto sobre el cash flow que tendrán los costes de limpieza de la fuga de crudo en el Golfo de México y las consecuencias judiciales de una tragedia ecológica que supera de largo la provocada por el vertido del Exxon Valdez. Egan Jones, una agencia independiente con fuerte influencia entre los gestores de hedge funds, aplicó ayer una segunda rebaja a BP. La primera fue el día 20 de mayo.
Las tres agencias han colocado en perspectiva negativa a una petrolera que ayer ofreció una de las pocas buenas noticias de la jornada con respecto a la fuga de crudo. Tras varios intentos, se terminó de cortar la tubería sobre la que se tenía previsto colocar una tapa acampanada con la que canalizar el masivo vertido que está contaminando las aguas del Golfo de México desde hace 45 días. Es uno de los pasos necesarios para terminar de controlar la fuga en agosto.
Hoy está previsto que el consejero delegado de BP, Tony Hayward hable con los inversores y analistas en una conferencia para hacerles llegar cuál es la situación actual de una compañía sobre la que hay muchas conjeturas y dudas dado el alcance de la tragedia ecológica provocada por el accidente. Desde el día de la catástrofe, las acciones de BP se han dejado un 32,9% en la Bolsa de Londres.
La supervivencia de Hayward al frente de la empresa, la eliminación del dividendo (como piden dos senadores), la propuesta que se está gestando en la Cámara de Representantes para eliminar el techo de la multa a BP (ahora de 75 millones de dólares, 61,5 millones de euros) y la posibilidad de que la petrolera tenga que vender activos serán cuestiones en las que tendrá que terciar el responsable de una empresa que ha visto perder un tercio de su capitalización bursátil desde el 20 de abril, fecha de la explosión de la plataforma.
Algunos analistas creen que BP no tendrá más remedio que recomponer su cash flow vendiendo activos. Uno de los que mejor salida tendría es el 26% que tiene en Prudhoe Bay (Alaska). Se trata de una de las joyas de BP y contaría muchos potenciales compradores en China.
Eso sí, de cara al futuro será un revés para BP. La venta y, por tanto, la caída de la petrolera del grupo de bandera del sector es una salida para una empresa que, pese a su caída en Bolsa, carece de atractivo para ser comprada por los problemas de competencia que generaría y por la dificultad para asumir los gastos derivados de su responsabilidad en el accidente. Credit Suisse calculó el miércoles que rondarían los 30.400 millones de euros.
Obama vuelve, por tercera vez, al Golfo
Un día después de que Gallup hiciera público que la popularidad del presidente Barack Obama está en el momento más bajo de la legislatura (46% de aprobación), la Casa Blanca anunció un tercer viaje para hoy a Luisiana para inspeccionar la zona del desastre.El presidente quiere así reforzar el mensaje de que, aunque es BP quien está haciendo el trabajo técnico, es él quien está a cargo de las operaciones, algo que ayer volvió a reiterar el vicepresidente, Joe Biden, en una entrevista en el influyente programa de Charlie Rose. El jueves por la noche estaba previsto que el propio Obama se refiriera al problema planteado por el accidente de BP, entre otras cosas, en el programa de Larry King en la CNN.En su tercer viaje se va a encontrar con unas autoridades en la zona muy preocupadas con el efecto de la llegada del petróleo a la costa, pero también por el impacto que para la economía local va a tener la cancelación de nuevos permisos de exploración y explotación en alta mar anunciados por el presidente. Ayer, la Administración dio una vuelta de tuerca más a esta prohibición que amplió a toda la zona del Golfo, independientemente de la profundidad de los pozos. Para las empresas ésta no es la única mala noticia. Los precios de los seguros a las plataformas se han elevado un 50%.El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, ha enviado una carta a Obama quejándose de que con esta política se van a "destruir miles de trabajos" en la zona justo cuando el estado hace frente a "uno de los más difíciles momentos económicos en décadas". Además de los empleos de la industria del petróleo, el sector pesquero está bajo una fuerte presión. El 37% de las aguas de la región están cerradas a la pesca mientras sus habitantes esperan que la temporada de huracanes, que empezó el lunes, sea benévola.
"BP estará aquí hasta que terminemos el trabajo"
El presidente de BP, Tony Hayward, hizo ayer una breve alocución para decir que la operación de cortar la tubería es "sólo el principio" de un proceso que terminará con el control de la fuga de petróleo. El éxito de esta operación de contención se conocerá en las próximas 12 o 24 horas.Hayward, que está en el centro de una tormenta empresarial y política sin precedentes, quiso además volver a trasladar la idea de que BP va a estar en Luisiana "hasta que se complete el trabajo".Hayward trata de compensar una serie de pasos que le han enfrentado con una opinión pública que se ha sentido engañada por BP.El miércoles, el responsable de BP admitió que no habían estado preparados para la catástrofe y ayer la petrolera puso en marcha una campaña en televisión para mejorar su deteriorada imagen en el país.