Rajoy tiende la mano a Zapatero para hacer las grandes reformas
La reducción del déficit público y el empuje a las principales reformas pendientes son dos retos que contarán con el concurso del PP si el Gobierno así lo quiere. Mariano Rajoy trasladó ayer esta disposición al comité ejecutivo de su partido, al tiempo que recriminó "el tiempo precioso" perdido por José Luis Rodríguez Zapatero.
Experiencias recientes, como las de Zurbano o el pacto educativo, no inducen a la esperanza, pero Mariano Rajoy le dijo ayer a la dirección de su partido que si el Gobierno deja el inmovilismo y se toma en serio la crisis económica, podrá contar con el apoyo del PP porque "está perdiendo un tiempo precioso". Dos son los grandes campos donde Rajoy sigue creyendo que este respaldo es posible: la reducción del déficit público y las reformas relacionadas con el mercado laboral, el energético y el de la justicia. Rajoy le recordó a Zapatero que su problema no ha procedido de la falta de apoyos en el Parlamento, sino de "su falta de ideas y de voluntad".
El líder del PP no eludió el giro protagonizado por el presidente del Gobierno en los últimos días, donde ha pasado de descartar un recorte más ambicioso del déficit público previsto para este ejercicio a sumar un 0,5% suplementario durante la reciente reunión del Eurogrupo. Es la misma cifra, en el entorno de los 5.000 millones de euros, que el propio Rajoy volvió a proponerle el pasado miércoles a Zapatero y éste rechazó.
El giro del presidente ha dado alas a Rajoy, quien lo interpreta como un signo evidente de que "Europa le ha cantado las cuarenta a Zapatero" y éste no ha tenido más remedio que ceder a sus pretensiones. "Ya no le valen más excusas ni engaños ni medidas improvisadas. Ahora tiene que cumplir con lo que le ha dicho Europa que cumpla porque España va a estar sometida a vigilancia y observación", añadió el líder del PP.
De hecho, Rajoy considera que la reunión del Eurogrupo no estuvo centrada en Grecia, sino más bien en España y Portugal. "Lo ha reconocido la canciller alemana, Angela Merkel, cuando ha propuesto que a ambos países se les exija un mayor recorte del gasto público". Y añadió: "España se ha convertido en un problema para Europa, cosa que no sucedía hace tiempo, y va a estar vigilada de cerca".
Riesgo de estancamiento
El auténtico peligro para España, en la actual coyuntura, es el estancamiento. Así lo cree Rajoy, para quien el crecimiento de una décima o indicadores como la venta de viviendas o el consumo son en estos momentos secundarios.
En este contexto, el líder del PP emplazó a Zapatero a "hacer los deberes que le ha puesto la UE", a acelerar la reforma del sistema financiero y a afrontar con urgencia la reforma del mercado laboral, del sector energético y de la Justicia. Si esto no lo hace, dijo, "el PP no descarta nada desde el punto de vista político y todas las posibilidades están abiertas".
¿Estaba hablando de una moción de censura? Más bien, amagando. Sobre todo, porque más tarde añadió este matiz: "El PP tiene que pensar siempre en iniciativas útiles que resuelvan las cosas". Este mismo fin de semana, el líder de CiU, Artur Mas, dejaba claro que no apoyaría una moción del PP contra Zapatero. La posición del resto de los grupos de la oposición es la misma.
Se consolida la desconfianza en los dos líderes
A la crisis económica se suma en España una crisis política que ayer reflejaba de nuevo el CIS en su barómetro de abril. El 75% de los españoles desconfía del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, porcentaje que se dispara hasta el 82% en el caso del líder de la oposición, Mariano Rajoy.El Gobierno en su conjunto sale tan malparado que ninguno de sus miembros obtiene el aprobado. Solamente se acercan al cinco el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la ministra de Defensa, Carmen Chacón, y la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Las carteras de Cultura, Vivienda e Igualdad son las peor valoradas por los ciudadanos.La encuesta, que se compone de una muestra de 2.500 personas recogida entre el 6 y el 14 de abril pasados, consolida otro dato ya conocido en anteriores barómetros: que la clase política es citada por los ciudadanos como el tercer problema del país, por detrás del paro y de los problemas económicos y por delante de la inmigración y el terrorismo.El pesimismo económico invade la coyuntura y también el futuro. Casi el 75% de los encuestados responde que la situación económica es mala o muy mala y más del 65% opina que será igual o peor de aquí a un año.La estimación de voto, sometida a la correspondiente cocina, ofrece al PP una ventaja de 1,5 puntos sobre el PSOE, frente al 3,8 de enero.