_
_
_
_
En portada

El rescate permite respirar a Atenas, pero no cierra la crisis

El mercado aún teme una reestructuración de deuda en el medio plazo

Empieza la cuenta atrás para Grecia. El viernes por fin solicitó oficialmente el paquete de ayudas diseñado por la UE -préstamos bilaterales por 30.000 millones más una ayuda adicional del FMI-. Un paso casi obligado ante la presión del mercado y los niveles insostenibles que habían alcanzado los costes de financiación del país. La noticia no logró calmar los ánimos del mercado en exceso, pues si bien pocos esperan que el país no pueda afrontar sus vencimientos de deuda en el corto plazo, aún queda por ver si con el tiempo se verá obligado a reestructurar su deuda.

La respuesta del mercado a la decisión de Grecia fue tibia el viernes. La rentabilidad del bono a 10 años cerró en el 8,67%, ligeramente por debajo del 8,839% de la víspera. Un precio que dejaba el diferencial con la deuda alemana en 561,7 puntos básicos, un nivel cercano al récord de 578.

"Si los diferenciales se mantienen a los niveles actuales el pago de intereses que debe afrontar Grecia en relación al PIB pasará del 4,5% actual al 11%", explican desde Credit Suisse. Una situación claramente insostenible e incompatible con los objetivos de poner las cuentas públicas en orden. El país ha prometido recortar el déficit al 8,7% este año desde el 13,6% de 2009.

Grecia trató de tranquilizar los ánimos ayer al declarar que recibirá dinero antes del 19 de mayo, fecha en la que debe afronta el vencimiento de un bono por 8.000 millones de euros. "Es probable que en los próximos días el país reciba fondos del FMI que oscilen entre los 10.000 y los 15.000 millones. Una cantidad suficiente para hacer frente a los vencimientos de mayo. El riesgo de impago en el corto plazo está cubierto. La expectativa es que hacia el 16 de mayo la mayoría de los países europeos también hagan sus contribuciones", explica Azad Zangana, economista para Europa de Schroders. Este experto, reconoce, no obstante que pueden producirse retrasos debido a que muchos países deben hacer ajustes presupuestarios para poder poner sobre la mesa las ayudas, por lo que no descarta volatilidad en el mercado hasta que Grecia tenga los fondos en su poder.

La inquietud del mercado se explica también por la incertidumbre que generan posibles exigencias futuras del FMI. "Ahora mismo la principal incógnita es si Grecia se verá o no obligada a reestructurar la deuda. No hay riesgo de que no reciban las ayudas y estoy convencido de que pondrán las cuentas públicas en orden. Además, la participación del FMI y de la UE ayudará a restablecer la confianza en el país", añade Zangana.

Credit Suisse considera que el país puede evitar la reestructuración de la deuda en 2010 y aunque reconoce que es un riesgo existente, le da poca probabilidad. "Creemos que la UE tratará de evitarlo puesto que 70.000 millones de deuda pública griega está en manos de bancos europeos", añaden. "Si Grecia quiere seguir financiándose en el mercado no puede reestructurar su deuda", concluye Zangana. Todo hace prever más días intensos en los mercados financieros.

El papel de Alemania

Alemania se muestra reticente a dar su brazo a torcer. Afronta elecciones regionales el próximo 9 de mayo y el país tiene la difícil tarea de contentar a su electorado sin poner en peligro el plan de ayudas preparado por la UE. La canciller alemana, Angela Merkel, volvió a dar ayer una de cal y otra de arena. Se mostró a favor de las ayudas a Grecia y subrayó que la estabilidad del euro es prioritaria, al tiempo que insistió en reiterar que cualquier ayuda se vinculará a unas condiciones "estrictas".Los expertos se muestran convencidos de que Alemania finalmente dará su apoyo aunque no se descarta que tarde más que el resto en poner el dinero sobre la mesa. Algo que por un lado le dará margen para pasar las elecciones y también a superar trabas legales. El ministro de finanzas alemán Wolfgang Schäuble reconoció esta semana que se reunirá con expertos legales para analizar los cambios legislativos necesarios que debe aprobar el país para poder aprobar el plan de ayudas, pues en la situación actual su contribución podría declararse inconstitucional. Y se baraja que los cambios pueden aprobarse en unos 10 días.La falta de contundencia de la Unión Europea y la lentitud con la que toman decisiones se ha convertido en uno de los elementos desestabilizadores para el mercado en las últimas semanas. La volatilidad para los próximos días está servida pero la cercanía de las ayudas se ve con optimismo.

Más información

Archivado En

_
_