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Asignación presupuestaria

Convergencia con la UE, pero no entre regiones

Funcas avisa que la brecha persiste pese a los fondos comunitarios

La ingente cantidad de fondos que España recibió entre 2000 y 2006 (47.337 millones de euros), dentro de su proceso de adaptación en términos de renta a la Unión Europea, sirvió para generar riqueza y empleo, pero no para cerrar la brecha entre regiones desarrolladas y no desarrolladas, que se mantuvo prácticamente inalterable. Así lo desvela un estudio sobre "Fondos estructurales y convergencia regional", elaborado por la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), en el que se advierte del impacto limitado que los fondos comunitarios han tenido sobre las regiones que menos convergían en términos de renta con la UE.

Del total de transferencias recibidas, el 88% se destinó a las denominadas regiones Objetivo 1 (aquellas cuyo PIB era inferior al 75% de la Unión Europea), entre las que se encontraban diez comunidades autónomas (Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura, Galicia, Asturias, Murcia, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Canarias y Cantabria) y dos ciudades autónomas (Melilla y Ceuta). El restante 12% se dirigió a otras siete regiones (Aragón, Baleares, Cataluña, Madrid, Navarra, La Rioja y el País Vasco), que estaban por encima de ese umbral de renta.

Esa elevada diferencia en términos de inversión no redujo los desequilibrios regionales. "La evolución de las regiones Objetivo 1 no ha tenido la intensidad necesaria para mejorar la convergencia entre regiones y elevar el grado de cohesión social", recalca el estudio, que incide especialmente en algunos aspectos laborales, como la creación de empleo, que fue menos intensa en las comunidades más atrasadas. Además destaca la aparición de fuertes divergencias provinciales como ocurrió en el caso de Andalucía, en la que se produjo un incremento de la tasa de empleo de 48,7 puntos en los siete años citados, con fuertes oscilaciones entre Almería (un variación de 64 puntos en el mismo periodo) o Jaén (23).

El informe critica la excesiva cantidad de recursos que se destinó a infraestructuras (el 55% del total), lo que impidió a las regiones poco desarrolladas optar por un modelo de crecimiento más sostenible. "Las regiones Objetivo 1 no parecen haber superado sus carencias estructurales, ya que no han modificado su especialización en actividades industriales de bajo valor añadido y escaso contenido tecnológico, mientras que las mayores tasas de acumulación se centraron en construcción y en determinados servicios de mercados, que no presentan un crecimiento especialmente elevado de la productividad", critica.

Esa inclinación hacia sectores poco productivos tuvo, a juicio de los autores, un valor determinante en la ralentización del crecimiento de la inversión en I+D y en el retroceso experimentado por algunos indicadores relacionados con la educación. La inversión en I+D, a la que apenas se destinó el 15% del total de los recursos procedentes de Bruselas, creció en el periodo analizado un 4,7% tanto en el conjunto de las regiones Objetivo 1 como en el resto, frente al incremento experimentado entre 1994 y 1999, donde el gasto de las menos desarrolladas cuadruplicó al de las avanzadas.

Sin estudios primarios

El estudio también critica el retroceso experimentado en materia de formación y en capital humano. En 1995 había un 2,5% de trabajadores sin estudios o con estudios primarios, porcentaje que se corrigió hasta el 1,35% en 2002. Sin embargo, la falta de recursos económicos destinados a esa partida provocó que la cifra creciera hasta el 7% en 2006, con seis comunidades (Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y Navarra) por encima del 10% y dos de ellas (Baleares y Canarias), por encima del 20%.

Extremadura, la que más dinero recibió por habitante

En el desglose de los fondos recibido entre 2000 y 2007, Andalucía figura como la región más beneficiada, con 12.170 millones de euros, casi un 30% del total.Pero si se analiza el volumen de dinero percibido en función del número de habitantes, la que más fondos obtuvo fue Extremadura, con 442,3 euros per cápita.En el lado contrario se situó La Rioja, la región que menos dinero captó de la Unión Europea, con 82 millones de euros. En segundo lugar figura Baleares, con 192. Si el análisis se circunscribe al gasto por habitante, la menos beneficiada fue Madrid, con menos de 30 euros, seguida por Baleares, con 30,3.

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