Un total de 230 empresas salen a Bolsa en los últimos 25 años
Entre los años 1986 y 2009 se han producido 230 salidas a Bolsa y ofertas de venta de acciones en el mercado de valores español por un importe efectivo de cerca de 85.000 millones de euros, según el Informe sobre Ofertas Públicas de Acciones (OPVs) y Salidas a Bolsa presentado hoy por el Servicio de Estudios de BME.
"Se ha vivido la transición desde un modelo de sistema financiero en el que el papel preponderante y casi único en la financiación lo desempeñaban los intermediarios bancarios (banking-oriented), hacia otro en el que los mercados de valores han adquirido una importancia creciente, hasta convertirse en una de las principales herramientas del sistema financiero por sus funciones de suministro de flujos de financiación a la economía y permanente valoración de activos (market-oriented)", ha afirmado Domingo Garcia Coto, Director del Servicio de Estudios de BME, durante la presentación del Informe.
En 1986, el valor de mercado de las empresas cotizadas, la capitalización, se situaba en 39.000 millones de euros y ha pasado a 1,1 billones de euros en 2009, una tasa media de crecimiento anual acumulativo del 15,7%. Por su parte, la contratación en renta variable aumenta exponencialmente desde los 12.600 millones de euros de 1986 a los 897.000 millones de 2009.
El objetivo del informe es revisar y analizar esos procesos de captación de fondos a través del mercado y deja claro que la salida a Bolsa es una decisión crucial para una compañía. El informe también destaca las ventajas que para la empresa supone salir a Bolsa como son el aumento de valor para el accionista, refuerza la reputación, notoriedad y supervisión de la empresa al someterla al escrutinio público y esto ayuda a su expansión e innovación en forma de nuevos clientes o acceso a la financiación.
Tres etapas en las salidas a Bolsa
En el estudio pueden identificarse claramente tres etapas ya cerradas y una última que comienza en 2008 y aún permanece abierta. En la primera (1986-1995), calificada como la de despegue de la nueva Bolsa española, se llevan a cabo 128 operaciones por valor de 11.000 millones de euros, una cifra relevante teniendo en cuenta que en el final de este subperíodo la capitalización de la Bolsa era de 122.000 millones de euros. Por número de salidas a Bolsa de nuevas empresas es la etapa más brillante de la Bolsa española.
La segunda etapa va de 1996 a 2000). El acelerado proceso de convergencia de España para formar parte del euro impulsa de manera significativa la actividad en la Bolsa española que se convierte en un auténtico fenómeno social por el extraordinario comportamiento de las cotizaciones y por la cantidad de las OPVs de acciones, sobre todo procedentes de empresas públicas en proceso de privatización, que son adquiridas masivamente por inversores particulares e institucionales. El año 2000 marca el final de esta etapa con el comienzo del pinchazo de lo que se denominó la burbuja 'puntocom'.
La tercera etapa (2001-2007) coincide con el nuevo siglo y con la corrección de las cotizaciones de acciones de empresas tecnológicas que arrastra, en mayor o menor medida, a todos los valores cotizados. A la crisis tecnológica se unen el trágico balance de la ofensiva terrorista de septiembre de 2001 en Nueva York, los escándalos empresariales en EE UU y las crisis monetarias en Argentina y Brasil. A partir de ahí se inicia un proceso largo de recuperación de las cotizaciones que finaliza en 2007, año en el que estalla la crisis financiera originada en las hipotecas subprime. En este período se llevan a cabo 35 operaciones de salida a Bolsa y OPVs por valor de 23.000 millones de euros, con un volumen medio de 641 millones de euros cada una.
El año 2008, según el informe, puede considerarse el inicio de una nueva etapa que continúa en 2009. En este período se ha producido la OPV de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), la primera caja de ahorros en salir a cotizar mediante la emisión de cuotas participativas. El año 2009 también aporta novedades relevantes: el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para empresas en expansión diseñado para facilitar el acceso de las medianas y pequeñas empresas a los mercados de valores.
Por último, el informe también pone de manifiesto que por sectores económicos a los que pertenecen las empresas que han protagonizado las operaciones de salida y OPVs, y utilizando la actual clasificación sectorial bursátil, es el de Petróleo y Energía el que acumula mayor volumen efectivo de venta de acciones con el 32,7%, una tercera parte de total, seguido de Servicios Financieros e Inmobiliarias con el 27,2%. Por su parte, Servicios de Consumo, Tecnología y Telecomunicaciones acumulan cada uno porcentajes sobre el total superiores al 10%.
Inversores estranjeros
Además, Bolsas y Mercados Españoles reclamó hoy al Gobierno que "no dilapide" la confianza de los inversores extranjeros en la economía y el mercado español, porque sus recursos han contribuido significativamente al crecimiento de la economía. "No hay que andar jugando" con la confianza de los inversores extranjeros, dijo hoy el director del Servicio de Estudios de BME, Domingo García Soto, en la presentación de un informe sobre las salidas a bolsa y Operaciones Públicas de Venta (OPVs) en el último cuarto de siglo.
La confianza de los inversores extranjeros "es un activo que no hay que dilapidar, porque ha permitido un crecimiento enorme de la economía española" en las últimas décadas, afirmó García Soto.
Incentivos fiscales
Por otro lado, García Coto abogó por el establecimiento de incentivos, entre los que citó los fiscales, para animar a las empresas a salir a la bolsa española, tanto al mercado continuo como al alternativo (MAB) como fórmula de impulsar el crecimiento corporativo.
"Hay que poner incentivos claros", dijo el responsable, para quien "la fiscal es una vía clara a explorar, aunque los incentivos deben ser de todo tipo". "Creo que de cara al futuro de la economía española hay que tratarlo en serio", consideró. "Pongamos un foco para que las empresas vayan hacia allí", abogó.