Biotecnología, pero también ladrillos para la recuperación
Docentes y directivos debaten en una jornada de las escuelas de negocios Esade, Comillas Icade y Deusto sobre la implantación de un nuevo modelo económico
Hay que repensar España, su modelo económico. Tenemos que aspirar a un nuevo liderazgo en el que haya una mayor participación de la sociedad civil". Es el consejo de Pedro Luis Uriarte, ex vicepresidente y consejero delegado de BBVA y actual consejero de Deusto Business School, quien asegura que un nuevo modelo económico requiere de tiempo, riesgo y oportunidad. En vez de tirar los cimientos de la casa y construir una nueva, prefiere aprovechar los muros que todavía resisten y edificar a partir de ahí. O lo que es lo mismo: "Es el momento de reposicionar la economía para garantizar su futuro". Todo ello sin perder de vista los datos que alertan del crecimiento de Asia, en concreto de China, que concentra elevadas cuotas de mercado en distintos sectores. Uriarte las lanzó de memoria: "El 75% en juguetes; el 63% en fotocopias; el 66% en zapatos, los míos no son chinos; el 60% de los teléfonos móviles, el mío es chino; el 50% del textil o el 30% de los ordenadores personales". También le preocupa que el talento provenga masivamente de esta región: "Hasta el 45% de los ingenieros tecnológicos proceden de allí, mientras que Estados Unidos, el país líder en tecnología, sólo produce el 12% de titulados, y Europa, el 16%. Todo esto produce ventaja competitiva porque tras el desplazamiento llega la decadencia económica y un futuro amenazado".
Según Uriarte, es necesario afrontar un proceso de transformación pleno, tanto económico como social, en el que participe el Estado, las comunidades autónomas, los agentes sociales, científicos, tecnológicos y el sistema educativo. Para este ejecutivo, España debe atender algunas flaquezas. Por un lado, elaborar un plan global para apoyar los puntos fuertes existentes. "No se puede decir, es un error, que necesitamos menos ladrillos y más ordenadores, cuando parte de la solución pasa por los sectores en los que somos líderes, como la construcción, la banca, la telefonía o el textil. Todo esto se puede combinar con la nanotecnología o la biotecnología, pero poner en marcha estos sectores y convertirlos en valor bursátil va a llevar mucho tiempo". Tampoco hay que pensar que hay sectores maduros porque la banca, el textil, la electricidad o la construcción son todavía jóvenes en España. Y anima a la sociedad civil a reaccionar y a convertirse en protagonista del momento histórico que se está viviendo. Todas estas ideas fueron expuestas en el encuentro empresarial de antiguos alumnos de Deusto, Comillas Icade y Esade, celebrado el jueves por la tarde en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid y al que asistieron cerca de un millar de profesionales.
En este mismo foro, el presidente de Ford España, José Manuel Machado, mostró un gran optimismo ante el futuro, sobre todo después de haber explicado el ambicioso y sencillo plan de ajuste presentado por la matriz de la firma estadounidense de automóviles para capear el temporal. Se empezó por diseñar el concepto de "una Ford", esto quiere decir un único equipo, un solo plan, un objetivo. "Antes éramos un grupo, una concentración de distintas marcas, que la firma ha ido vendiendo, una suma de territorios, y ahora nos hemos centrado en lo que es Ford, en lo que verdaderamente sabemos hacer".
"Hay que generar más valor migrando de lo simple de nuestro pasado económico a lo complejo y diferencial"
Con esta simplificación del trabajo han sacado pecho ante los resultados obtenidos. La compañía cuenta con 7.000 empleados y factura 6.000 millones de euros al año, y se han obtenido logros como que dos modelos como el Ford Fiesta y Focus se lleguen a vender en Estados Unidos. "Hace cinco años era impensable comercializar un producto europeo allí". También, recordó Machado, han conseguido paz social con un acuerdo con los sindicatos a cinco años, necesaria para obtener inversiones. "Nos hemos reinventado, hemos encontrado en la simplicidad, y compartiendo objetivos, nuestro modelo de negocio". Ante las voces que reclaman un nuevo sistema productivo, Alfredo Sáenz, consejero delegado de Santander, defendió la labor del sector del automóvil en la modernización y el desarrollo industrial en España. "Ha contribuido a desarrollar la industria y además de este sector proceden la mayoría de las técnicas de gestión".
A Sáenz le gusta calcular el valor del kilo de un Seat 600 de los años sesenta con el valor de ahora de un Fiesta. Y este último cuesta una "décima parte de lo que valía un 600, por lo que ha habido una mejora productiva propia y de sus proveedores".
Las tecnologías juegan un papel importante en el desarrollo del nuevo modelo económico. Según la consejera de Telefónica Eva Castillo, el sector de las telecomunicaciones y de las nuevas tecnologías ha sido el más resistente a la crisis y puede contribuir al nuevo modelo mediante el incremento del empleo y del PIB. Reconoció que aunque hay que realizar algunos cambios para mejorar, "se han hecho algunas cosas bien y han aprendido de nosotros fuera de España".
El profesor de Economía de Esade Xavier Mena cree necesaria una profunda reforma en el sistema educativo y de investigación. "Serán la palanca necesaria para hacer frente con éxito a la situación actual". Y agregó que si no se diseña una agenda de reformas, podemos llegar a una situación "lánguida", para lo que urge una reforma laboral, con el fin de evitar que nuestro modelo se sustente en la economía sumergida, así como un cambio en la Seguridad Social, en el modelo energético, de la administración de justicia y en el sistema financiero.
Para terminar, unas palabras optimistas de Carlos Losada, director general de Esade: "De la crisis económica, de la pobreza y de la miseria se sale siempre con más empresa, con más iniciativas, mejores proyectos y nuevos emprendimientos". Animó a las escuelas de negocios y universidades a que sean lugares de reflexión y de formación sobre el liderazgo más útil a la sociedad.