Geithner minimiza su papel en el macrorrescate de AIG
El drama en varios actos en el que se ha convertido el rescate de AIG se escenificó ayer, una vez más, en el Congreso, donde el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, afirmó que él no limitó la información que se hizo pública sobre esta operación.
Tim Geithner, responsable del Tesoro, se sentó ayer ante una comisión de la Cámara de Representantes para defender, de nuevo, el controvertido rescate de AIG y las ramificaciones de este en la banca.
Como presidente de la Reserva Federal de Nueva York durante la caída del gigante, Geithner fue una de las figuras principales del diseño de esta intervención. Pero ayer afirmó bajo juramento que él no tuvo nada que ver con el mandato que salió desde la Fed para limitar la información que se daba sobre los pagos a las contrapartes de AIG en contratos de alto riesgo. Estos datos se remitieron a la SEC con la advertencia de que se trataran, a efectos de publicidad, como un asunto de seguridad nacional, lo que implica menos transparencia.
Geithner dijo que en el momento que se convirtió en candidato al Tesoro se desligó de algunos aspectos de la operación pese a ser el último responsable de ella.
Estos pagos, que sumaron 62.000 millones de dólares que salieron de las arcas públicas, iban a ser pérdidas para algunos bancos que tenían una alta exposición de riesgo con AIG, particularmente Goldman Sachs. Los críticos con este rescate afirman que al cubrir las obligaciones con las contrapartes, el Gobierno concedió de facto un segundo rescate a la banca.
Desde hace semanas se sabe, además, que la Fed no negoció una rebaja de las obligaciones de AIG cuando otros reguladores, en Francia, sí que estaban dispuestos a hacerlo.
Intervención de Paulson
Geithner, al que luego se le unió su predecesor Henry Paulson, defendió el rescate de la aseguradora diciendo que de no haberse intervenido habría habido una segunda Gran Depresión. Paulson también dio a entender que de no haberse actuado como se hizo "el paro en este momento sería del 25%".
El interrogatorio a Geithner duró casi tres horas y fue muy duro, tanto por parte de demócratas como por la de los republicanos. Los legisladores presentan una imagen contra Wall Street ante las elecciones del próximo noviembre.
La reforma financiera sigue pendiente
Tim Geithner y Henry Paulson se defendieron como pudieron ayer del chaparrón que les cayó a cuenta del rescate de AIG. Paulson dijo que no había sido material de su directa competencia pero habló a los legisladores de la necesidad de crear una autoridad que actúe como regulador sistémico.Geithner afirmó que carecía de las herramientas para hacer las cosas de manera distinta de como se hicieron. E hizo una petición a los legisladores que sonó a reproche. "Si están disgustados con lo que ha pasado con AIG -y deberían estarlo- entonces deberían estar totalmente comprometidos a terminar una reforma de la regulación financiera. EE UU nunca debería haber dejado que instituciones como AIG tomara el nivel de riesgo con el que se amenazó al sistema". La regulación está encallada en el Senado.