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Balance del mercado laboral
Tribuna
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Carta a los Reyes Magos de Zapatero

Queridos Reyes Magos Delors, González y Solbes: Me alegra mucho saber que habéis acudido al portal de La Moncloa a transmitir vuestro talento e ideas al presidente Zapatero. Con los datos del desempleo de diciembre nos hemos llevado un gran chasco. Vosotros sois Magos y ya lo sabíais, pero aquí muchos pensaban que la recuperación había llegado, por arte de magia. Durante los últimos meses el paro reduce paulatinamente sus tasas de crecimiento interanuales, pero no llega a cero, en cuyo caso sí que podríamos decir que hemos tocado fondo. El factor recesivo sigue pesando mucho en nuestra economía, incluso en diciembre que es proclive a la reducción del desempleo. Pero lo peor es que los meses que tenemos por delante son poco favorables en términos estacionales y no parece que vayan a darnos ninguna sorpresa inesperada.

Ante esta situación, entenderéis que necesitamos vuestra ayuda porque estamos perdiendo todos: empresarios y trabajadores. Si analizamos tanto el número actual de empresas, como nuestra población trabajadora, nos tenemos que retrotraer cinco años. Es decir, nuestro tejido productivo (empresas y trabajadores) ha retrocedido a niveles de 2005. En sólo dos años de crisis se han destruido 127.000 empresas. En este punto del mundo, Majestades, cada mes asistimos atónitos a una brutal destrucción de empresas (pequeñas y medianas en su mayoría) y, por lo tanto, a la destrucción de empleo que ello conlleva. En concreto, hablamos de la pérdida de 1,6 millones de empleos y 2,3 millones de parados más desde que se inició la crisis.

Por tanto, aunque la recuperación se inicie en 2010, el problema no reside tanto en qué momento del año sino en cómo se producirá y si alcanzaremos un crecimiento potencial de empleo capaz de dejar atrás la recesión de nuestro mercado laboral y sus terribles consecuencias.

Hasta ahora el dato positivo en diciembre y única pista es que la contratación aumenta por segundo mes consecutivo en tasa interanual, impulsada sólo por los contratos temporales. La contratación temporal se reanima y habrá que seguirla con mucho detenimiento a partir de ahora pues es el heraldo de lo que esté por venir unos meses más tarde en materia de contratación indefinida, si se restablecen las mínimas condiciones de normalidad en el mercado de trabajo para el impulso del empleo estable. Si la dinámica se mantiene como en diciembre y la contratación temporal se conjuga con destrucción de empleo afiliado, podríamos enfrentarnos en 2010 a un escenario preocupante desde el punto de vista cualitativo y una recuperación en falso marcada por la clara incertidumbre de los agentes económicos.

Con este panorama de la economía más real, que es la del mercado de trabajo, aparece Standard & Poor's y nos pone carbón, pues la perspectivas laborales influyen sobre el resto de variables económicas y aunque mantiene la calificación de la deuda pública española en AA+, sitúa en negativo el outlook a largo plazo debido a dichas perspectivas.

En este sentido, Majestades, que nuestra tasa de paro se mantenga alrededor del 20% y que su reducción estructural no se prevea hasta -al menos- 2011, nos está poniendo la cara colorada en otras latitudes. Por eso, la salida de esta situación pasa por medidas que modernicen nuestro mercado laboral (sin que ello signifique restar garantías a los trabajadores), como uno de los pasos fundamentales para volver a generar competitividad en nuestras empresas. Me refiero a adaptar la negociación colectiva, flexibilizándola para que ayude a la creación de empleo y no sea un obstáculo. También a mejorar las políticas activas de empleo que favorezcan que, de un lado, la actividad económica se traduzca fácilmente en generación de puestos de trabajo y, del otro, que las personas puedan acceder de manera ágil y adecuada al mismo. Hay que trabajar también en quitar trabas a la creación de empresas porque no podemos olvidar que son las que crean empleo. Hay que fortalecer la formación, adecuarla a las necesidades reales y examinar sus resultados; reducir nuestra dependencia energética exterior; mejorar el marco institucional y la unidad de mercado; reducir la fiscalidad de las empresas; o facilitar el acceso al crédito. Además, me parece importante volver a poner de moda los valores del esfuerzo, del trabajo y de la constancia.

Por cierto, en ese sentido -con todo respeto Majestades- también me gustaría que predicarais con el ejemplo y volvierais, al menos a La Moncloa, más veces en este año para que motivéis al Ejecutivo a liderar acuerdos efectivos dentro del diálogo social que tan necesarios son en este nuevo año.

Francisco Aranda Manzano. Presidente de Agett

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