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Resumen 2009. El sistema financiero en España

El azote de la morosidad abre el baile de las fusiones

La virulencia de la crisis y las elevadas provisiones por insolvencias se están comiendo el beneficio de la banca y están precipitando las fusiones de las cajas más vulnerables

CCM tendrá en octubre la lista de cajas interesadas en comprarla
CCM tendrá en octubre la lista de cajas interesadas en comprarlaREUTERS

La banca española unió su destino al sector del ladrillo en los años brillantes del boom inmobiliario. Pero una vez pinchada la burbuja, toca desandar el camino y purgar los excesos, una dura y costosa tarea en la que se ha volcado durante este año el conjunto del sistema financiero y que promete prolongarse, con más intensidad incluso, en los próximos ejercicios.

Bancos y cajas se han encontrado en 2009 con una voluminosa cartera crediticia con problemas de pago, que ha obligado a dotar cuantiosas provisiones por insolvencias. Así, el esfuerzo en los saneamientos ha mermado la cuenta de resultados, de modo que la caída en los beneficios de 2009 será generalizada en el sistema. De hecho, este año promete concluir en números rojos para algunas cajas de ahorros, incapaces de contener el avance imparable de la morosidad, una amenaza que planea con mayor peligro sobre el sector de ahorro que sobre la banca. Así, la tasa de morosidad de las entidades de ahorro está en el 5,26%, por encima del 4,59% de los bancos, según los últimos datos del Banco de España, del mes de octubre.

El año termina con una única quiebra en el sector financiero español, la de Caja Castilla La Mancha, intervenida en abril por el Banco de España. Y aunque la hemorragia del sector financiero quedó ahí contenida, el episodio de CCM fue, sin duda, el punto de inflexión que puso de relieve la vulnerabilidad del sistema y que aceleró la búsqueda de soluciones para evitar el mayor de los males, una nueva e inevitable intervención del banco regulador. El Gobierno aprobó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en el mes de junio, dotado en principio con 9.000 millones de euros y ampliable hasta los 90.000 millones con los que apuntalar la solvencia de las entidades financieras en problemas. Será el colchón al que recurrir en los numerosos procesos de fusión que se avecinan entre las cajas y con el que garantizar que las nuevas entidades que surjan habrán sorteado la amenaza de insolvencia. Así, la fusión entre las catalanas Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona prevé contar con la ayuda de 1.315 millones de euros procedentes del FROB, mientras que la otra gran fusión catalana -Caixa Girona, Manlleu, Terrasa y Sabadell- contempla una inyección por otros 500 millones.

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, advertía recientemente que al menos 15 cajas de ahorros deberían fusionarse antes del próximo verano, un movimiento de concentración con el que poner fin a la agonía de las entidades con problemas financieros más acuciantes. Así, el crecimiento disparado de los créditos morosos y el proceso de concentración financiera que ha desencadenado este aumento son los fenómenos que han marcado la marcha del sector financiero en 2009 y que se prolongarán en 2010.

Según apunta Credit Suisse, el problema de la morosidad de la banca española está muy lejos de haber tocado fondo, a lo que se suma la incertidumbre sobre todo el volumen de créditos que, aunque no hayan entrado en mora, se están renegociando para evitar el impago, y todos los inmuebles que la banca ha incorporado a su balance como medida preventiva. Así, la banca se ha consolidado durante 2009 como agente inmobiliario, después de haber adquirido los inmuebles de promotores con dificultades para pagar sus deudas.

Para Credit Suisse, la morosidad de la banca española estaría infravalorada en 30.000 millones de euros, partiendo de la idea de que los activos inmobiliarios se han incorporado al balance a valores poco realistas y de que no sólo se estarían renegociando los créditos de clientes solventes y con verdadera capacidad de pago. El sector financiero argumenta que las cifras de morosidad no son sino el reflejo de los criterios contables que marca el Banco de España que, por otra parte, está endureciendo progresivamente sus exigencias. Por lo pronto, comenzará a requerir provisiones por el 20% del valor de tasación de los activos inmobiliarios dados en pago de la deuda a partir del primer año de su incorporación al balance, desde el requisito actual del 10%. "Ese porcentaje podría subir al 30% en 2010, el Banco de España está muy encima del sector", apuntan fuentes financieras. En cualquier caso, el requerimiento de mayores provisiones se encuentra con la delicada situación financiera de numerosas entidades, lo que estrecha el margen de exigencia del banco regulador.

Para Ignacio Ulargui, analista de Espírito Santo, "la morosidad empeorará claramente en 2010". Prevé que alcance el 6,7% al cierre del nuevo año, desde el 5% actual. "El año 2010 será complicado y marcará de forma muy evidente las diferencias entre las entidades que están sorteando mejor la crisis y las que no. Y 2011 será especialmente decisivo para las cajas de ahorros; después de los procesos de ajuste ya no será disculpable que no crezcan", apunta.

El sector financiero deberá además afrontar el fin de las generosas inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo, que han sido la gran alternativa a la hora de obtener financiación ante las exigencias del mercado de capitales. La banca española tendrá de plazo hasta el mes de junio para emitir deuda con el aval del Estado, un mecanismo que ha facilitado el acceso durante 2009 de las entidades financieras españolas al mercado de capitales, pero que Bruselas no permitirá prorrogar más allá de esa fecha. De hecho, superado el impacto de la quiebra de Lehman Brothers, en que se temió por un colapso global del sistema financiero, la Comisión Europea ya no ve con la misma benevolencia las ayudas públicas prestadas por los Gobiernos europeos a sus sistemas bancarios. Sigue sin dar su visto bueno al FROB, mientras continúa el debate sobre si Bruselas deberá aprobar cada una de las operaciones en que intervenga el fondo o su diseño en conjunto.

Y en paralelo al debate político europeo sobre las ayudas públicas, en España saltó al primer plano la polémica sobre la politización de las cajas de ahorros. La crisis ha demostrado que la gestión de algunas entidades no ha contado con todo el rigor financiero deseable y desde el propio sector se reclama una nueva legislación que proteja a las cajas de las injerencias políticas, aunque sin desvirtuar su naturaleza jurídica. El Gobierno ya ha puesto sobre la mesa una reforma futura de la ley de cajas. Aunque, más allá del terreno político, el devenir de la banca española estará en 2010 de nuevo unido al del sector inmobiliario y al desafío de dar salida al millón de viviendas por vender.

Parálisis crediticia, freno económico

Las dificultades por las que atraviesa la banca española se han traducido en una intensa contracción del crédito, ingrediente fundamental para que la economía vuelva a resurgir. Después de años de holgura y cierta heterodoxia en la concesión de financiación, la banca ha regresado a una estricta vigilancia de los riesgos crediticios. Los préstamos se reservan ahora sólo para los clientes más solventes y a ello se suma la menor demanda de financiación que impone la crisis económica, que ha terminado por paralizar el crédito.Según los últimos datos del Banco de España, el saldo crediticio para la adquisición de vivienda se estancó en octubre, con un aumento interanual de tan sólo el 0,1%, el menor de la historia y al borde de una insólita tasa negativa. El crédito al consumó cayó el 1,2% y registra tasas negativas desde el mes de mayo. Sólo la financiación a la Administración pública fluye, con un alza del 34,36% interanual.

EE UU y Europa, aún sin salir del túnel

España lleva el paso cambiado respecto a Estados Unidos y Europa en el terreno de las ayudas públicas a la banca. En el momento en que se puso en marcha el FROB, Estados Unidos o Reino Unido ya habían realizado inyecciones de capital en las principales entidades de sus sistemas financieros -Royal Bank of Scotland, Citi o Morgan Stanley- para asegurar su supervivencia. Pasado más de un año de la quiebra de Lehman Brothers, los bancos estadounidenses que recibieron ayudas directas ya han devuelto el dinero prestado e intentan volver a caminar en solitario. Pero del mismo modo que sucede en España, los problemas de la banca mundial están lejos de desaparecer.El BCE señalaba en un reciente informe que los bancos de la zona euro sufrirán pérdidas entre 2007 y 2010 de hasta 553.000 millones de euros, una cantidad que supera en 65.000 millones a lo estimado en junio para ese mismo periodo. Y a finales de noviembre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía que cerca del 50% de las pérdidas de los bancos aún podrían seguir ocultas -en mayor proporción en Europa que en EE UU-, al tiempo que insistía en la necesidad de un saneamiento en profundidad del sistema financiero, paso previo imprescindible para consolidar la recuperación de la economía global.La gran banca estadounidense, epicentro de la crisis, ha vuelto a ganar dinero y entidades como Goldman Sachs incluso plantean la recuperación del pago del bonus a su ejecutiva. El mercado y los Gobiernos aún vigilan, en cambio, que la crisis no se haya cerrado en falso.

Los grandes bancos

-BBVA. Ha dado muestras de fortaleza en la crisis. Se ha expandido en EE UU a través de Guaranty Bank y ha elevado su participación en el banco chino Citic al 15%.-Santander. Ha completado la compra del 100% del estadounidense Sovereign Bank y se ha expandido por Reino Unido a través de Alliance y Bradford & Bingley.

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