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Estados Unidos

El chaparrón de críticas sobre Goldman Sachs se intensifica

Goldman Sachs es la firma con más beneficios y más poderosa de Wall Street. Su reputación pública es inversamente proporcional a su fortuna.

El banco de inversión emerge de esta crisis con unas cuentas que van a permitir que sus empleados cobren los bonus más altos de su historia. Son esos resultados, y el hecho de que dedique más del 40% de ellos a retribuir a unos banqueros que se perciben como avariciosos, lo que en estos tiempos de recesión e intervención pública han situado al banco bajo un intenso chaparrón de críticas. A nadie le pasa desapercibido el hecho de que actualmente se vive en una suerte de "capitalismo estatal" y el sector financiero, Goldman Sachs incluido, ha sido muy beneficiado por las masivas inyecciones de liquidez del Gobierno y una expansiva y creativa actuación de la Reserva Federal.

En particular, y tal como relató la semana pasada el inspector general del TARP (el programa de salvamento a la banca) Neil Barofsky, Goldman podría haber sufrido importantes pérdidas si el Gobierno no hubiera intervenido AIG, ya que este banco no podría haber liquidado las posiciones que tenía con la aseguradora. Además, la firma, dirigida por Lloyd Blankfein, no sólo tiene menos competidores sino que, además, goza de la ayuda explícita de un Gobierno que aún no ha podido resolver el problema que supone la existencia de entidades "demasiado grandes como para caer".

Goldman está en el ojo del huracán desde que sus cuentas empezaron a sobresalir. En julio, la revista Rolling Stone publicó un artículo, "la gran máquina americana de hacer burbujas", que ha sido, probablemente, el artículo más comentado del año. Su autor acusaba al banco de ser un "gran calamar vampiro que tiene sus tentáculos en el rostro de la humanidad".

Las últimas críticas, tal y como relataba The Wall Street Journal, llegan nada menos que de sus accionistas que se han quejado de que la plantilla de Goldman cobre unos bonus de casi 717.000 dólares mientras los beneficios por acción se han reducido.

En el banco que mejor paga habrá caras contentas cuando se reparta el bonus, pero, ahora, se está a la defensiva.

Una ronda de disculpas públicas

En una reciente conferencia, Lloyd Blankfein admitió que el banco ha cometido errores y se disculpó por ello. "Hemos participado en cuestiones que eran claramente erróneas y tenemos razones para lamentarlo", dijo. Ni siquiera así ha podido acallar las críticas desatadas por haber dicho a un diario británico que los bancos sirven un propósito social y están haciendo "la labor de Dios".La semana pasada, Goldman anunció la puesta en marcha un programa de 500 millones de dólares para ayudar a pymes, una suma que ha sonado a disculpa y equivale al 3% de lo que va a dedicar a sus bonus.

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