_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

ICBC: hoy China, mañana el mundo

El Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) ya es el mayor banco del mundo, pero podría serlo aún más. Puede que haya llegado el momento de perseguir la vieja idea de cerrar un acuerdo con el prestamista de mercados emergentes Standard Chartered. Aunque ya se hablaba de esa posibilidad antes de la crisis financiera, el acuerdo tiene más sentido que nunca en un mundo más estable.

ICBC tiene el mandato de salir de compras al extranjero. Ya está comprando el tailandés ACL Bank y tiene una participación del 20% en el africano Standard Bank. La compra de StanChart encajaría en su estrategia. Los activos de StanChart están básicamente en zonas ricas en recursos, como África y el sureste asiático. Zonas, por cierto, donde ICBC tiene pocas infraestructuras.

Ahora es un buen momento para que ICBC atraviese la Gran Muralla. Ha sido capaz de compensar el impacto de unos tipos de interés bajos sobre los márgenes simplemente poniendo más préstamos. A China no le va a funcionar más el año que viene el truco de dominar en los préstamos pero mantener bajos los tipos.

Un acuerdo con StanChart conllevará dificultades, como convencer al máximo regulador de éste -el Financial Services Authority británico- de que la salud financiera del banco permanecerá intacta. ICBC tendría que persuadir también a Temasek, el fondo soberano de Singapur, para que venda su participación del 19%.

John Foley

Archivado En

_
_