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La reestructuración del motor

GM vuelve a sacar la tijera para hacer rentable a Opel

La multinacional anuncia 10.000 despidos en la compañía, cifras similares a las previstas por Magna

GM vuelve a sacar la tijera para hacer rentable a Opel
GM vuelve a sacar la tijera para hacer rentable a OpelREUTERS

General Motors ha tardado menos de 24 horas en dar las primeras pinceladas de lo que serán su estrategia para su división europea. El vicepresidente de la multinacional estadounidense, John Smith, aseguró ayer en una conferencia telefónica que los planes que había elaborado Magna para Opel estaban bien encaminados y que el suyo será "muy similar" y que, según sus cálculos, éstos supondrán la eliminación de unos 10.000 puestos de trabajo en Europa. El camino no está tan claro todavía para Figueruelas. El directivo explicó que habrá cambios en los presupuestos de Magna respecto a la factoría, aunque no facilitó más detalles. El vicepresidente financiero de GM Europe, Enrico Digirolamo, había asegurado anteriormente que la planta será "clave" en la estrategia futura de la corporación.

El anuncio -a última hora de la noche del martes en España- de que GM renunciaba a vender el 55% del capital a Magna y a Sberbank ha provocado la alerta del Gobierno español, el aragonés y los sindicatos, que ya respiraban tranquilos después de haber pactado los recortes con el que iba a ser su nuevo propietario.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, advirtió ayer que el Gobierno no aceptará que GM plantee más recortes de empleo en Figueruelas que los pactados con Magna, y aseguró que el pacto con Magna, que contemplaba 900 bajas en Figueruelas, "es un acuerdo de mínimos". "A partir de ahí podemos seguir hablando, pero nunca por debajo".

Pese a todo, Smith subrayó que van a ser necesarios "recortes significativos" en Opel para lograr su estabilidad a largo plazo "en cualquier plan de reestructuración que se plantee", y avanzó que GM estará preparada para presentar su plan de reestructuración sobre Opel "muy pronto" y que preferiría llevarlo a cabo en un clima de acuerdos con los Gobiernos europeos y los sindicatos. En todo caso, aseguró, la compañía cuenta con un plan B por si fuera necesario.

Si GM pretendía causar sorpresa y desconcierto con su anuncio, desde luego lo ha conseguido. La decisión de retener Opel y deshacer lo pactado con Magna ha provocado un auténtico terremoto en los países en los que la marca está implantada. Sobre todo en Alemania. Miembros del Ejecutivo de Angela Merkel reaccionaron ayer con enfado a la noticia y aseguraron que obligarán a la corporación a que devuelva las ayudas de 1.500 millones de euros antes de finales de mes.

No en vano, la oferta de la compañía austriaco-canadiense había sido diseñada para complacer a Berlín, con el máximo respeto para las plantas y los empleos en el país. Por esa misma razón, los sindicatos en el país centroeuropeo, que favorecían la opción de Magna por ser la que más respetaba los empleos en sus plantas, convocaron casi de inmediato paros para hoy en las factorías. Movilizaciones que los empleados españoles han rehusado secundar.

Algunos analistas aseguraron ayer que la decisión de General Motors ha supuesto un doble revés para Merkel, que, además de haberse involucrado personalmente en la venta a Magna, recibió la noticia horas después de haber alabado la amistad germano-estadounidense en el Congreso de EE UU. El Gobierno estadounidense aseguró ayer por su parte que el grupo toma sus propias decisiones y que en ésta no ha tenido nada que ver.

Sebastián también tuvo que reconocer su sorpresa. "Nadie se lo esperaba. Nosotros no nos lo esperábamos, Magna no se lo esperaba, nadie se esperaba esta decisión porque la decisión de GM era aparentemente muy meditada", manifestó.

Claro que desde Detroit se ve la historia desde otro punto de vista. Smith y Digirolamo explicaron en la conferencia de prensa celebrada ayer que, en puridad, el consejo de la automovilística era prácticamente nuevo desde el 1 de agosto y nunca tuvo demasiado tiempo para tener una "información analítica de la situación" antes de tomar una decisión. "No habían tenido tiempo de examinar en profundidad la materia",.

Pero una vez que lo hicieron y pese a que la operación de venta del 55% de Opel ya estaba aprobada, el consejo vio una mejora en las ventas en Europa que les podía beneficiar y la imposibilidad de ser una compañía verdaderamente global sin el Viejo Continente. Su volumen de negocio sería demasiado pequeño si Opel para hacer frente a su pasivo. Además, de cara al futuro percibían una relación complicada con Magna "y un acuerdo con muchos recovecos con Rusia que podría haber sido muy difícil de implementar y dado lugar a una situación que terminara perjudicando a Opel".

Esa es uno de los peros más importantes que la empresa de Detroit tenía con el acuerdo desde un principio, la gestión de la transferencia de la tecnología a un competidor ruso. "Trabajaremos con Magna y con el fabricante ruso de automóviles Gaz pero no dentro del compromiso de venta de Opel", dejaron claro los ejecutivos de la automovilística.

El consejo de GM, en su práctica totalidad elegido por el Gobierno de EE UU (su mayor accionista, tras el concurso de acreedores) tomó así la decisión que más le aparta de las adoptadas en el pasado por un órgano colegiado de gobierno en el que dominaban miembros históricos en la compañía.

Con Ed Whiteacre a la cabeza, el presidente del consejo elegido por el Gobierno se empieza así a marcar un nuevo camino para la empresa que empieza a separarse de las estrategias anteriores. Empieza con buen pie, dado que coincide con un periodo menos gris para las ventas. De hecho, en octubre se logró un avance en las matriculaciones en EE UU con respecto a las hechas el año anterior, algo que hacía dos años que no ocurría.

Sin problemas para devolver las ayudas

General Motors se mostró ayer sumamente confiado respecto de sus posibilidades financieras. La compañía aseguró que podrá reestructurar su negocio europeo con menos dinero que Magna, lo que sería una buena noticia para la empresa y para los Gobiernos europeos. Lo cual significa que necesitará ayudas públicas para reestructurar Opel. Fuentes de la administración alemana aseguraron ayer a Bloomberg que GM podría recibir más ayudas, aunque la Comisión aseguró que vigilará todas las que se concedan. El Gobierno alemán respondió ayer con enfado a la noticia, y aseguró que GM tendrá que devolver este mes los 1.500 millones prestados para mantener Opel a flote. Smith aseguró que no tendrá problemas para hacer frente a estos pagos gracias a la mejora del negocio de Opel y su mayor flujo de caja, e incluso informó que ya ha comenzado a devolver este dinero.

Un camino de ida y vuelta que ha durado ocho meses

27 de febrero: Tras 82 años como dueño único, GM anuncia que abre el capital de su marca europea Opel a terceros inversores, si bien permanecerá en el capital.31 de marzo: Merkel garantiza avales estatales a Opel y su apoyo en la búsqueda de un comprador.28 de abril: Magna expresa interés en Opel.20 de mayo: Se abre el concurso para la presentación de ofertas de compra. Concurren Fiat, el inversor belga RHJ y Magna con el ruso GAZ.27 de mayo: GM se separa de Opel para preservarla de su propio proceso de insolvencia y la aloja en una fiducia.31 de mayo: GM entra en concurso. Berlín crea un fondo al que transferir los activos de Opel con un crédito puente de 1.500 millones. Fiat se retira de la carrera por Opel, el chino BAIC es descartado y GM acepta negociar con Magna y RHJ.1 de septiembre: RHJ mejora su oferta y se convierte en la opción favorita de GM.9 de septiembre: GM acepta vender Opel a Magna con ciertas condiciones.16 de octubre: La CE advierte de que las ayudas no pueden estar condicionadas a un comprador.23 de octubre: El consejo de administración de GM anuncia que tratará la venta de Opel en su reunión del 3 de noviembre.

La cifra

900 empleos es el recorte que el comité de empresa de Figueruelas había pactado con Magna.

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