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Adolf Todó

El líder de los siete mares

El director general de Caixa Catalunya se perfila como el candidato ideal para dirigir la caja resultante de la fusión con las de Manresa y Tarragona.

El líder de los siete mares
El líder de los siete mares

æpermil;rase una vez un joven delfín que decidió abandonar las aguas tranquilas de la bahía en la que vivía para adentrarse en el océano abierto. Aguas desconocidas, sí, pero también riquísimas en recursos. Durante su viaje, el cetáceo aprendió a ponderar las situaciones y a relativizar las culturas organizativas que fue conociendo. Descubrió también a través de varias aventuras que tener iniciativa y una mentalidad abierta es clave para convertir los grandes retos en verdaderas oportunidades de progreso, tanto a nivel individual como colectivo. Así, a modo de fábula, es como decidió Adolf Todó (Castellbell i el Villar, Barcelona, 1955) contarle a su hija su visión de la vida. Y de la empresa. Un cuento que acabó publicando junto con Ramon Carreté en forma de libro en 2006 (El gran horizonte. Cómo aprovechar las oportunidades de un mundo cambiante, editado por Alienta).

Ya sea en forma de cuento, de informe corporativo o de artículo científico, la opinión de Todó nunca debe menospreciarse. El director general de Caixa Catalunya, del que poco se duda ya que pilotará la entidad resultante de la fusión con Caixa Manresa y Caixa Tarragona, pasa por ser uno de los profesionales más respetados en el sector. Así lo avala su gestión al frente de Caixa Manresa: en los 13 años que pasó allí la convirtió en referencia a nivel estatal, puntera en la gestión de fondos de inversión y con uno de los ratios de morosidad más bajos.

El descubridor de Todó, el que le pescó del océano académico y se lo llevó al Banco Sabadell, sumergiéndole para siempre en el sector financiero, fue el actual presidente de dicha entidad, Josep Oliu, quien fuera profesor suyo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Allí aprendió Todó lo que hay que saber en el mundo de la banca, según ha confesado en privado alguna que otra vez. Y se supo hacer imprescindible. Tanto es así que cuentan que el día en que el pupilo le comunicó al mentor -y amigo- que se iba a Caixa Manresa fue uno de los más tristes de la carrera profesional de Oliu. "Adolf Todó tiene una fina inteligencia y una gran capacidad de liderar equipos", resume el presidente del Sabadell.

Esta última característica es la que más destacan de él los que han trabajado a su lado. Sabe cómo crear, potenciar y estimular equipos, y valora mucho la introducción de ideas nuevas, aunque entrañen riesgos -lo que no quiere decir que las acepte sin más-. Es un hombre muy trabajador y tremendamente capaz, y sabe combinar una gestión estratégica con la visión del día a día.

Los inicios de la aventura profesional de Todó se asemejan sospechosamente a los del delfín de su propia fábula. Cuando acabó sus estudios de bachiller no sabía qué carrera estudiar, así que decidió acompañar a un camionero durante una temporada para meditar bien el asunto. Su particular viaje por los mares de asfalto le ayudó a decidirse por el mundo de la economía. El mismo Jordi Pujol, ex president de la Generalitat, aludió en una ocasión a este episodio de la vida de Todó para destacar su carácter profundamente reflexivo.

Y resulta que el joven manresano se convirtió en un alumno brillante: obtuvo el mejor expediente de su promoción (1979) en la Facultad de Economía de la UAB, y dos años más tarde obtuvo una beca para estudiar el doctorado en la Universidad de California -allí trabajó con el premio Nobel Clive Granger-. Durante los cinco años que pasó en EE UU aprendió, como el delfín del cuento, a no asustarse ante los retos y a competir con los mejores, cualidades que le han acompañado durante su vida profesional. Dio clases mientras estudiaba y desde 1987, ya de vuelta en la Península, es profesor en Esade, institución de cuyo patronato también forma parte. Fruto de su carrera académica, centrada en el estudio del sector público y de las finanzas, son tres libros y una infinidad de artículos científicos.

Oliu le nombró en 1989 director de la Banca Corporativa de Sabadell Multibanca. Permaneció en la entidad hasta 1995, cuando saltó a Caixa Manresa. Y allí ejerció de director general hasta 2008, cuando la Diputación de Barcelona, presidida entonces por el ahora ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, le escogió para ostentar el mismo cargo en Caixa Catalunya.

Pero no todo es economía en la vida de este catalán. Es un gran apasionado del motociclismo y le encanta la gastronomía. De ahí su amistad son el piloto Carlos Checa. Y con el chef Ferran Adrià, quien opina que Todó "es uno de los mejores ejecutivos de este país". Con Adrià colaboró en el desarrollo de Món Sant Benet, un concepto nuevo de espacio corporativo de Caixa Manresa desarrollado en torno a un milenario monasterio previamente restaurado y que cuenta con un centro de investigación culinaria.

El hombre llamado a capitanear la primera fusión de cajas catalanas, cuya criatura será una nueva caja con 81.000 millones de euros en volumen de activos -lo que la sitúa como la cuarta caja española y la segunda de Cataluña-, goza de buena reputación en el sector.

Asimismo, el hecho de haber pasado por dos de las tres cajas implicadas en la operación hace difícil creer que pueda haber un candidato mejor para dirigir el proyecto. Pero ningún proceso de fusión es sencillo. Todó tendrá que demostrar ahora lo que ha aprendido en sus múltiples travesías por el océano financiero.

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